La fiebre es una respuesta del cuerpo frente a una infección. Un recién nacido tendrá fiebre con una temperatura rectal de más de 38,3º.
En los primeros meses de vida y en especial en los bebés prematuros, la fiebre no siempre aparece cuando hay infecciones. Si hay cambios en la conducta de tu bebé y está apático, consulta con el pediatra.
Para tomar la temperatura a tu bebé con un termómetro rectal, inserta el termómetro lubricado con vaselina unos 2,5 cm y sostenlo durante tres minutos. No sueltes el termómetro en ningún momento.
Las convulsiones febriles son el resultado de una actividad anormal en las células nerviosas del cerebro. Cuando un lactante tiene una convulsión pierde el conocimiento de repente y sus brazos y piernas permanecen rígidos. Y unos segundos después puede presentar contracciones musculares espasmódicas rítmicas.
Durante la niñez casi todas las convulsiones son debidas a la fiebre. Si estas vuelven a ocurrir al cabo de un tiempo y no están relacionadas con la fiebre se tratará de un trastorno convulsivo. Las convulsiones febriles puede ocurrir en niños de entre seis meses y cuatro años que presentan fiebre repentina. Suele ser la primera señal de que el niño está enfermo. Las convulsiones febriles suelen ser breves (unos pocos minutos) y por lo general cuando pase el niño estará bien.
Si tu bebé tiene convulsiones durante la fiebre, puedes seguir estos consejos:
- Coloca al niño boca abajo o de lado.
- Afloja su ropa.
- No limites ni interfieras en sus movimientos.
- No pongas nada en la boca del niño.
- Cuando pase la convulsión, lleva al niño al pediatra o servicio de urgencias para que lo examinen.
¿Qué hacer si el niño tiene fiebre? Tratamiento
¿cómo actuar cuándo el niño tiene convulciones febriles?
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