La necesidad de yodo en la mujer que está dando el pecho es casi el doble de lo que debe tomar un adulto sano, ya que no sólo tiene que cubrir lo que ella necesita, sino que además tiene que garantizar que el bebé reciba todos los nutrientes necesarios, incluido el yodo, a través de la leche.
La cantidad de yodo en la leche materna varía dependiendo de la ingesta de la madre. Las necesidades de un lactante son unos 90 µg/día, y el volumen de leche ingerido de 600 a 1000 ml/día, la concentración mínima de yodo en la leche tendría que ser de 100 µg /litro. Para obtenerlo, la madre deberá ingerir al menos 250-300 µg de yodo al día.
Como es posible que el consumo de sal (optar siempre por la yodada) esté reducido en ese período, se recomienda un suplemento de 200 µg de yodo al día en forma de yoduro potásico, mientras dure la lactancia, ya sea a un solo niño o en tándem (2 a la vez).
El suplemento de yodo que se toma durante la lactancia es el mismo que se tomó durante el embarazo.
En caso de que una mujer lactante se quede embarazada y no desee retirar la lactancia durante el embarazo. Se le recomienda que tome el mismo suplemento que las madres lactantes que no están embarazadas. Siempre siguiendo una dieta equilibrada en la que consuma sal yodada, lácteos, pescado y otras fuentes de yodo.
Consultar siempre cualquier duda con el médico o matrona