La obstrucción de un conducto lácteo aparece por un mal vaciado de un lóbulo mamario, puede ocurrir por una técnica inadecuada de lactancia o por utilizar sujetadores inadecuados que comprimen en exceso. Son muy pocos los casos en que la causa sea una malformación u otras lesiones del pecho, que pueden favorecer que el conducto se obstruya.
Cuando existe obstrucción aparece un bulto doloroso en el pecho y se enrojece la piel de la zona. No suele aparecer fiebre ni otros síntomas.
¿Qué hacer ante una obstrucción de un conducto lácteo?
Aplica calor y extrae la leche poniendo al bebé con mucha frecuencia al pecho. Como las succiones del bebé al principio de la toma son más fuertes, si te duele mucho, dale primero el pecho sano y así se pondrá en marcha el reflejo de eyección (subida o bajada de leche). Desde que notes que sube la leche, cambia al bebé al otro pecho para que vacíe bien el lado obstruido.
Coloca al bebé de manera que la succión de su lengua favorezca el drenaje del conducto, la zona en contacto con la lengua, es la que mejor se vacía, y vete realizando un masaje suave durante la toma, mueve el pulgar por encima del bulto, y vete hacia el pezón, así facilitarás el drenaje. Si el bebé no termina de vaciar bien el pecho, es conveniente que una vez finalizada la toma te extraigas tu misma con un sacaleches.
También es muy importante la utilización de sujetadores adecuados, que no presionen en exceso.
Fuente: Asociación Española de Pediatría