Algunos bebés prefieren uno de los pechos, quizá porque el pezón o la areola son más grandes en ese lado del cuerpo. Pero, para mantener la producción de leche en ambos pechos y evitar la dolorosa congestión mamaria en uno de ellos, es importante que vayas alternando entre ambos y que intentes que el bebé mame aproximadamente la misma cantidad de tiempo de cada uno a lo largo del día.
Se recomienda ofrecer ambos pechos en cada toma e ir alternando el pecho que se ofrece en primer lugar.
Algunos especialistas en lactancia materna recomiendan ofrecer un solo pecho en cada toma e ir alternando entre pechos en tomas consecutivas, sobre todo si la madre está produciendo demasiada leche. Esto permite que el bebé vacíe más cada pecho y tome más leche de final, que es más rica en grasas y contiene más calorías que la leche de principio, que se produce al principio de la toma.
Si tu bebé no mama de un pecho en una toma, asegúrate de comenzar por ese pecho en la siguiente toma. Si el bebé está mamando bien y te sientes cómoda con esa pauta de lactancia, eso es lo único que importa.