Algunos mitos más que merece la pena aclarar y desmontar - Con vídeos explicativos al final
- El metabolismo del niño se encuentra desorganizado al nacer y requiere que se le imponga una rutina u horario para comer, de ahí la necesidad de marcar las horas de las tomas. Falso. Los niños nacen con dos únicas necesidades fisiológicas comer y dormir. Entremedias tienen pequeños períodos de vigilia. Con la maduración y el paso del tiempo, los bebés van regulando sus ciclos de sueño y vigilia.
- Chupar el pezón sin el propósito de alimentarse (succión no nutritiva) no es beneficioso para el bebé. Falso. La cercanía de la madre, el pezón, les proporciona calor, consuelo, seguridad y es enormemente beneficioso para satisfacer las necesidades emocionales.
- La lactancia a demanda puede favorecer la depresión post parto. Falso. Se cree que la causa de la depresión post parto es debida a las hormonas fluctuantes que se presentan después del nacimiento. Las mujeres que amamantan a demanda presentan con menos frecuencia depresión post parto.
- Es importante que los demás miembros de la familia alimenten al niño para que también ellos desarrollen un vínculo. Falso. Alimentar al bebé no es la única forma de favorecer un vínculo. Cargar, acariciar, bañar y jugar con el bebé son actos muy importantes para su crecimiento y desarrollo, así como para su vínculo con los demás.
- La lactancia materna tiene un efecto negativo sobre la relación de la pareja. Falso. Los padres aprecian que las necesidades del recién nacido aunque muy intensas, disminuyen con el tiempo. La crianza y cuidado de un hijo une a la pareja conforme ambos van aprendiendo a conocer al bebé.
- La lactancia a demanda puede causar obesidad en el niño. Falso. Diversos estudios han demostrados que los niños que han lactado a demanda autocontrolan sus patrones alimenticios y la cantidad que ingieren. Es la alimentación con biberón desmedida y la introducción precoz de alimentos puede llegar a ser causa de obesidad.
- Dar el pecho teniendo al bebé acostado (posición horizontal madre y bebé) causa infecciones de oído. Falso. La disposición de los músculos en el momento de succionar cierra la comunicación con el oído.
- La lactancia prolongada más allá de los 12 meses del niño carece de valor, ya que la calidad de la leche materna empieza a deteriorarse a partir de los seis meses de vida. Falso. La composición de la leche materna cambia de acuerdo con las necesidades del niño conforme éste madura. Aun cuando el niño ya es capaz de recibir otro tipo de alimentos, la leche materna es su fuente primordial de nutrición durante el primer año de vida. Pasa a ser un complemento de los alimentos en el segundo año del niño. La leche materna continúa complementando y ayudando al sistema inmune mientras el niño la siga tomando.
- La cesárea es incompatible con la lactancia materna. Falso. La mujer que ha tenido a su hijo mediante cesárea puede lactar exactamente igual. Es importante ayudar en el vínculo inicial madre-hijo, no separarles, hacer que el bebé estimule las mamas de la madre con el fin de la aparición temprana del calostro.
- La menstruación interfiere en la lactancia. Falso. Lo más habitual es que durante unos meses la mujer no tenga menstruación mientras esté lactando. Pero si la lactancia es prolongada y ésta aparece no es incompatible.
- Los bebés alimentados con leche materna no tienen cólicos. Falso. Todos los bebés son susceptibles de padecer cólicos, pero sí es cierto que muchos niños digieren mejor la leche materna que la leche de fórmula y tienen menos cólicos. Pero por desgracia no los elimina.
- Tener los pechos grandes facilita dar de mamar. Falso. El tamaño de las mamas no tiene nada que ver con la capacidad de amamantar. Se tiende a pensar que las mujeres de pechos pequeños no tendrán leche suficiente, o que sus pechos no se llenaran bastante. Recordemos que el tamaño de las mamas crece considerablemente al dar a luz. Además la leche se va produciendo conforme el niño demande, conforme el niño succione.
Como podemos comprobar muchos son los mitos y falsas creencias que acompañan a la lactancia. Lo importante es tener una información fiable y certera. Y si algo no va bien, las asociaciones especializadas, las asesoras de lactancia, matronas o bien otras madres que hayan lactado podrán ayudarte.
Si no leíste la primera parte aquí puedes hacerlo: Falsos mitos de la lactancia materna (I parte)
Mitos relacionados con la técnica de lactancia
Mitos relacionados con los cuidados maternos durante la lactancia
Mitos sobre la calidad y cantidad de la leche materna