La familia es el primer agente principal de la socialización, durante los primeros años. La alcanza a través de la imitación y la identificación a los miembros de su familia, incluidos sus hermanos. La forma de crianza influye en la conducta del niño.
Socialización entre Hermanos y hermanas
Las peleas o rivalidades entre hermanos son tan enervantes para los padres como necesarias para los hijos, siempre que cuenten con la ayuda para resolver el conflicto. Mediante la pelea y la reconciliación los niños aprenden hacerse respetar, conocer y tolerar otras opiniones, ponerse en el lugar del otro, buscar soluciones y compromisos.
La llegada de un hermano/a puede hacer sentir al niño rechazado por la pérdida de atención. Entre los 18 meses y los 4 años es cuando más se agudiza la sensibilidad del niño antre el nacimiento de un hermano. Lo que puede dar lugar a celos. Incluso pueden aparecer regresiones hacia otros estadios, pensando que así puede recuperar la atención de los padres.
Castigar al niño por esta actitud no haría más que confirmar sus temores. Se le debe valorar positivamente e implicarlo en los cuidados del bebé, sin imponerle responsabilidad.
Socialización en Guarderías
Aunque la separación de la familia, puede tener repercusiones dieferentes según sea el temperamento del niño o la reacción de la familia, la entrada en la guardería proporciona al niño muchos beneficios:
- Facilita la socialización a través del intercambio con los otros.
- La independencia.
- El aprendizaje de nuevas normas y experiencias.
- Despierta la curiosidad intelectual.
- Preprara al niño para la entrada en la escuela.
La adaptación del niño a la guardería es una experiencia que debe tener un comienzo gradual, realizarse siempre con un horario fijo y nunca producirse en un momento crítico para el niño (después de nacer un hermano...).