El frasco de la calma y su movimiento hipnótico, una técnica para calmar las rabietas y el llanto de los más pequeños.
¿Qué es el frasco de la calma?
Es una técnica basada en la metodología de María Montessori, para ayudar a los niños y niñas a calmarse ante rabietas, ataques de llantos, estrés, ansiedad, etc. Hay que aclarar que no se trata de un castigo.
¿Para qué sirve el frasco de la calma y cómo utilizarlo?
Para obtener los beneficios del frasco solo hay que agitarlo. La actividad debe estar supervisada siempre por un adulto que debe acompañar la acción de observar el frasco, con un tono de voz suave con el que le dé al niño instrucciones sobre su respiración, para que poco a poco vaya concentrándose en el brillo y consiga la calma. De esta manera se irá haciendo consciente de que controlando la respiración y despejando la mente conseguirá reducir el estrés, la ansiedad, el enfado… Y con el tiempo será el propio niño el que acuda al frasco cuando lo necesite.
El frasco ayuda a focalizar y organizar el sistema nervioso central en un estímulo concreto. Durante las rabietas o crisis de ansiedad la respiración y la frecuencia cardiaca se aceleran y la mente acaba bloqueándose. Por eso, cuando el niño se centra en ver caer la purpurina y sus brillos se va creando de forma inconsciente orden en el cerebro y esto ayuda a disminuir la agitación. Una vez superada la crisis y después de haberle dejado su espacio y tiempo es bueno motivar al niño para que hable sobre el motivo de su enfado, tristeza, frustración, etc.
Es importante decir que como cualquier técnica lleva su práctica y quizás las primeras veces no funcione como esperas. Por supuesto también depende de cada niño.
¿A qué edad se puede utilizar el frasco de la calma?
Puedes empezar a utilizarlo a partir de los dos años.
¿Cómo hacer un frasco de la calma?
Es muy fácil de hacer y además puedes hacerlo con los niños.
Los materiales que necesitarás son:
- 1 bote transparente con tapa. Si es de plástico mejor, así evitamos que los niños se puedan cortar en caso de romperse. Usa un tamaño adecuado a la edad.
- Agua caliente
- Pegamento líquido transparente de uso infantil o jabón líquido transparente.
- Purpurina de los colores que quieras, también puedes añadir otros materiales similares, como estrellitas doradas.
- Opcionalmente si lo deseas puedes usar un poco de colorante alimenticio, para darle un tono de color al agua.
- Silicona caliente para sellar la tapa.
Calienta el agua y llena el bote con ella. Añade el pegamento o el jabón y mezcla bien. Si lo quiere más espeso pon un poco más de jabón o pegamento.
Añade la purpurina. Pon una cantidad considerable para que brille bastante. Mezcla nuevamente. Si lo deseas, dale un toque suave de color al agua con el colorante, pero procura que no oscurezca el agua.
Para acabar, antes de poner la tapa, cubre con papel film y a continuación sella la tapa con silicona, para evitar que se pueda abrir o derramarse.
***Sobre María Montessori (Chiaravalle, 1870, Nordwijk, 1952) educadora, pedagoga, científica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, psicóloga, feminista y humanista italiana. Fue la primera mujer italiana que se graduó como doctora en medicina.
El Método Montessori está basado en que los niños se desarrollen en un ambiente preparado, basado en unos principios naturales muy claros (autonomía; independencia; iniciativa; capacidad de elegir; desarrollo de la voluntad; y autodisciplina) la idea es que el Niño sea su propio maestro y que pueda desarrollar sus propias capacidades, por sí mismo y con los otros.