enfrentar nuevos retos

¿Por qué mi hijo tiene miedo a las nuevas situaciones?

Los niños pequeños pueden experimentar emociones fuertes como timidez, ansiedad y miedo cuando se enfrentan a algo nuevo. Con tu apoyo y aliento, pueden aprender a manejar los nuevos retos.

La mayoría de los niños son extrovertidos, curiosos y aventureros. Pero algunos nacen más cautelosos y pueden ser sensibles y temerosos cuando se enfrentan a cosas nuevas.

Si tienes un niño sensible, tendrás que apoyarlo, alentarlo a ser sociable y valiente, y mostrarle cómo actuar ante nuevas experiencias.

Es normal sentir cierto nivel de miedo y ansiedad al enfrentarnos a cosas desconocidas. Cuando los niños sienten estas emociones, sus cerebros responden de acuerdo con su instinto de supervivencia. Sus niveles de adrenalina aumentan para ayudarlos a escapar del peligro. Los niños muy sensibles pueden estar aún más alerta y reaccionar más fuertemente a las situaciones nuevas. Es posible que experimenten instintivamente una respuesta de "luchar, huir o congelarse".

Si un niño tiene estos sentimientos a menudo, sus miedos pueden crecer más y más. Incluso pensar acerca de la situación puede ponerlos ansiosos. Para hacerle frente, pueden intentar evitar la situación, lo que hace que sea aún más difícil manejar una nueva experiencia la próxima vez.

La mayoría de los niños aprenden a lidiar con estos sentimientos. Sin embargo, es posible que tu hijo necesite apoyo adicional si se siente más ansioso que otros niños de su edad, o si sus temores y ansiedades le impiden participar en actividades que otros niños disfrutan.

Nuevas situaciones que pueden hacer que un niño pequeño se sienta ansioso o tímido:

  • Cortarse el pelo por primera vez.
  • Ir a la guardería o centro escolar por primera vez.
  • Problemas en la familia.
  • Visitar a un profesional de la salud como un médico o un dentista.
  • Encontrarse algo a lo que le tiene miedo, como una araña.
  • Hablar con personas nuevas o participar en un grupo.
  • Separarse de sus padres, cuando estos van a trabajar por ejemplo (aunque cierto grado de ansiedad por separación es normal hasta que los niños alcancen la edad de 2 años).

Incluso si tu hijo no te dice que le tiene miedo a la situación, es posible que notes que tiene síntomas físicos, como dificultad para dormir, diarrea, dolores de estómago o dolores de cabeza. Estar irritable, tener problemas para concentrarse y estar cansado también son señales de que el niño puede sentirse ansioso.

Cómo ayudar a tu hijo

Es importante reconocer las preocupaciones del niño y no forzarlo a enfrentar situaciones que lo asusten. Aliéntalo suavemente a ser valiente y probar cosas nuevas.

Cuando se encuentre ante un nuevo reto, dale tiempo a tu hijo para que se adapte y se acostumbre a él. Quédate con él por un tiempo y anímalo a explorar y jugar con los otros niños. Después de un tiempo, puedes alejarte un poco por un rato. Pero asegúrate de que estás allí y regresa antes de que se enfade.

Trata de no consolar demasiado al niño en este tipo de situaciones ya que él entenderá que su timidez está siendo recompensada. En su lugar, premia el comportamiento "valiente" y hablen sobre lo que hizo bien (por ejemplo, jugar con otro niño o no llorar al llegar al centro infantil).

Si tu hijo se pone muy ansioso, muéstrale cómo calmarse respirando lentamente: inspira 3 segundos, mantén el aire 3 segundos y exhala despacio.

Si la situación es demasiado para él, puedes dividirla en fragmentos manejables. Por ejemplo, si tiene mucho miedo a nadar, pueden sentarse y observar a los demás nadar un rato. Cuando esté cómodo, sugiere llevar las piernas al agua. Elogia sus logros y recuérdale el valor que tiene hacer un esfuerzo.

También es importante mostrarle cómo comportarse. Asegúrate de parecer segura y extrovertida para que tu hijo pueda ver cómo se hace.

Cuándo buscar ayuda

A veces, la timidez o la ansiedad en situaciones nuevas pueden ser un signo de otro problema, como un retraso en el lenguaje, un trastorno del espectro autista (TEA) o un problema de audición. Si te preocupa, o si los temores de tu hijo sobre nuevas situaciones afectan seriamente su vida y lo angustia, puedes buscar el consejo profesional de:

  • El maestro del niño.
  • Al médico de cabecera, que puede derivarlo a un pediatra o psicólogo.