¿A qué edad puede quedarse un niño solo en casa?
¿Tu hijo quiere quedarse en casa solo o ir al colegio por su cuenta? ¿A qué edad puedes dejarle hacer esto y cómo puedes protegerle? Aquí hay algunas claves para ayudarle en su camino a la independencia.
Como padre, no siempre es fácil encontrar el equilibrio adecuado entre dar a tu hijo autonomía y protegerlo del peligro, especialmente cuando se trata de dejarlo ir solo al cole, a las actividades extraescolares o quedarse en casa solo.
La realidad es que la independencia se adquiere gradualmente
Una de las claves es dar ejemplo y hacer que los niños se involucren primero. Por ejemplo, puedes enseñarles a poner sus juguetes en los contenedores tan pronto como sean pequeños, después de tener cuidado de pegarles fotos de los juguetes para que puedan clasificarlos más fácilmente. Es algo que hacen desde el jardín de infancia. Lo ideal es hacerlo con mucho entusiasmo y de forma lúdica para que no lo experimenten como una tarea. Pueden guardar los Legos cerrando los ojos y tirándolos a los contenedores, por ejemplo. Puedes esconder una pequeña sorpresa en medio de su desorden. Lo descubrirán cuando ordenen su habitación. Puedes hacer un concurso de rapidez con el hermano o la hermana...".
Un proyecto a largo plazo
La autonomía aumenta con la experiencia. El niño puede aprender poco a poco a poner la mesa, limpiarla, poner su ropa en el cesto de la ropa sucia, alimentar a las mascotas... Al principio, hagan estas actividades juntos, para que encajen de forma natural en las rutinas familiares. Empezamos mostrando, luego lo hacemos juntos. Finalmente, el niño lo hace solo. Mantiene sus demandas al mínimo y acepta que no es perfecto.
Es importante felicitarlo, el niño gana confianza, se siente valorado y quiere volver a hacerlo. Si, por el contrario, te centras en los puntos malos, el niño corre el riesgo de quedarse atascado y no quiere intentarlo más. Dado que estos hábitos son más fáciles de establecer a una edad temprana, no esperes hasta la adolescencia para introducirlos, y asegúrate de enseñar tanto a los chicos como a las chicas lo básico, para que puedan asumir la plena responsabilidad de sí mismos más adelante.
Dejarlo solo en casa
Una vez que el niño ha adquirido algunas habilidades, puedes darle más autonomía. Pero, es mejor esperar a que tenga 10 años antes de dejarlo solo en casa. Antes de eso, la imaginación todavía prevalece y el niño no siempre es capaz de identificar los peligros. Antes de esta edad, aún no ha adquirido los reflejos adecuados. Cuando se siente preparado, se le recuerdan las normas de seguridad: no abrir la puerta a un extraño, no encender el fuego, explicarle que puede hacer en caso de incendio, etc. Se anotan los números de teléfono de emergencia y de los vecinos.
Estas reglas bien establecidas deberían ayudarle a saber qué hacer y a quién llamar si lo necesita. Pero, el verdadero desafío consiste a menudo en limitar su tiempo frente a la pantalla en ausencia de sus padres. Sin embargo, hay soluciones: hay aplicaciones que pueden, por ejemplo, ayudar a limitar el tiempo de conexión a Internet de los niños.
Empieza dejando a tu hijo solo durante unos minutos y luego, si todo va bien, puedes aumentar gradualmente la cantidad de tiempo.
Ir a las actividades solo
En cuanto a dejar que tu hijo vaya solo a la escuela o a las actividades extraescolares, también se recomienda esperar hasta que el niño tenga 10 años. Serán más maduros, podrán seguir mejor las instrucciones y serán más visibles para los conductores. Entonces contarán varios parámetros: ¿está el colegio lejos de casa? ¿Debería tomar el transporte público?... Si todo lo que tiene que hacer es cruzar la calle y va al colegio con otro compañero, este paso será más fácil. Y, en cualquier caso, seguimos la misma receta: La primera vez, hacemos el viaje juntos. El niño nos observa y recuerda las instrucciones. Le recordamos que mire bien antes de cruzar la calle, que use los pasos de peatones. Le mostramos el camino y verbalizamos lo que debe tener en cuenta. Otro día, repasamos la ruta de nuevo, pero él es el que guía y describe lo que tiene que hacer. Finalmente, volvemos a empezar otra vez, pero manteniendo una mayor distancia del niño.
Después de varios viajes cortos y exitosos entre el colegio y el hogar, puedes ofrecerte a enseñar a tu hijo a hacer otro viaje: de casa al gimnasio o a la escuela de música, a la casa de sus abuelos... Tu hijo verá que confías en él y se sentirá orgulloso de saber que puede moverse con seguridad por sí solo.
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