Los niños crecen y se desarrollan rápidamente, por lo que es importante que duerman lo suficiente para darles la energía que necesitan para el día a día. Tener buenos hábitos de sueño y garantizar un entorno de descanso tranquilo y seguro pueden ayudar al niño a lograr un sueño de calidad.
¿Cuántas horas de sueño necesita un niño?
El sueño de los bebés recién nacidos varía mucho. Durante el primer mes, la mayoría de los bebés duermen de 14 a 17 horas durante el día y la noche. Gradualmente, irán durmiendo más por la noche y menos durante el día.
Los niños pequeños y preescolares necesitan de 11 a 14 horas de sueño cada día. La mayor parte debe ser de noche, pero por lo general necesitan una siesta durante el día también.
Trata de mantener las siestas durante el día de 1 a 2 horas, para evitar retrasar las horas de acostarse por la noche, aunque las necesidades de un niño en particular pueden variar. Los niños en edad escolar necesitan de 9 a 11 horas por noche.
Nuestro reloj biológico y ciclo de sueño
Los patrones de sueño están controlados por el reloj interno de nuestro cuerpo, que nos mantiene despiertos durante el día y promueve el sueño por la noche. Nuestro reloj biológico ayuda a coordinar la liberación de una hormona llamada melatonina, que le dice a nuestros cuerpos que es hora de dormir.
La mayoría de los niños se duermen dentro de los 20 minutos después de acostarse. Es importante establecer tiempos de rutina para el sueño nocturno y las siestas durante el día. Esto ayuda a mantener el reloj biológico para liberar la melatonina, lo que les ayuda a dormir más rápido. Una vez dormidos, pasamos por períodos de sueño más profundo y más ligero durante toda la noche.
Una buena calidad de sueño significa que tu hijo duerme profundamente y no se despierta con frecuencia. El sueño más profundo generalmente ocurre antes de la medianoche, por lo que llevar al niño a la cama temprano lo ayudará a aprovechar al máximo este período para dormir bien.
Promoviendo buenos hábitos de sueño
Una buena alimentación y ejercicio ayudarán al niño a dormir bien. Siempre que sea posible, intenta programar las comidas para que tu hijo no se vaya a la cama con hambre o demasiado lleno, ya que esto puede hacer que se sienta incómodo y le impedirá dormir.
La actividad física y el juego durante el día también le ayudarán a consumir energía por lo que es menos probable que estén inquietos al acostarse. Anímale a jugar al aire libre, ya que la exposición a la luz solar ayuda a sincronizar el reloj de su cuerpo, lo que ayuda a regular el sueño.
Un período de recuperación antes de acostarse puede ayudarle a pasar del tiempo de juego al sueño. Actividades tranquilas, como mirar libros, contarle una historia o escuchar música suave, puede ayudarlo a sentirse calmado, relajado y con sueño. Los períodos de descanso pueden ser particularmente útiles si tienes dificultades para que tu hijo duerma una siesta durante el día.
Seguir una rutina establecida antes de acostarse por la noche, como bañarse y limpiarse los dientes, puede ayudarlo a relacionar estas actividades con el sueño. También es importante que se sientan seguros y relajados en su entorno de sueño.
Asegúrate de que tu hijo no consuma cafeína, por ejemplo, en refrescos y chocolate.
Una vez que el niño esté en la cama, si te llama o si necesitas ir a calmarlo, trata de mantener las luces apagadas y la habitación en silencio mientras lo haces.
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El entorno para dormir bien - Bebés de 0 a 6 meses
Para favorecer un buen sueño, el entorno es importante. Aquí están cosas a tener en cuenta:
- El dormitorio debe ser un lugar tranquilo y alejado del ruido.
- La temperatura ideal es de unos 18-20°C.
- La humedad debe ser inferior al 50%.
- La habitación y la cama deben asociarse al sueño.
- La cuna debe cumplir las normas de seguridad. ⇒ ¿Cómo debe ser la cuna del bebé? ¿Cómo elegir la adecuada?
- Tu bebé debe estar cómodo y sentirse seguro en la habitación.
- El colchón debe ser firme.
- No debe haber mantas pesadas, almohadas u objetos en la cuna o cama
que puedan interferir con la respiración o lesionarlo. - Asegúrate de que esté demasiado abrigado. El cuerpo necesita bajar su temperatura para dormir.
- Coloca a tu bebé boca arriba. Sin embargo, en cuanto se gire por sí mismo, ya no será necesario volver a ponerlo boca arriba. Puede elegir
posición. - En casa, lo ideal es que el bebé duerma en la misma cama para las siestas y por la noche.
- Procura que tu bebé viva en un entorno sin humo por su salud y para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.
Hábitos para dormir bien
Tu bebé aprende por observación, imitación y repetición. Tienes que enseñarle una rutina de sueño que le permita dormirse por sí mismo. Así podrá repetirlo a la hora de acostarse y cuando se despierta por la noche. Por ejemplo:
- Si lo duermes caminando, meciéndolo o alimentándolo, querrá repetir este comportamiento cada vez que necesita dormir. Aprende que te necesita a ti y a la comida para dormir.
- Sin embargo, si le acuestas despierto y aprende a dormirse solo, será capaz de volver a dormirse solo cuando se despierte por la noche.
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