¿Cuándo comenzar a leer cuentos al bebé?
Leer en voz alta con regularidad a tu hijo es una de las mejores maneras en que puedes ayudarlo a que le vaya bien en el colegio en un futuro. Cuanto más puedas hacerlo, mucho mejor.
Investigaciones han demostrado que leer a los niños pequeños les ayuda a su desarrollo cerebral. Cuanto más se haga en los primeros años, mejor será el desarrollo de su cerebro. Incluso los bebés se beneficiarán de las lecturas.
Leerles a los niños también debería ser divertido. Se trata de disfrutar las historias, en lugar de enseñarles la mecánica de cómo leer.
Incluso si no tienes confianza en tus propias habilidades de lectura, puedes inventar cuentos, contar historias de tu niñez o usar audiolibros.
Los beneficios de leerle a los niños
Leer a los niños pequeños ayuda a desarrollar sus habilidades cognitivas (como el lenguaje, la lectoescritura, la aritmética y la comprensión) más adelante en la vida. También les ayuda a aprender sobre ellos mismos.
Los niños que leen con frecuencia desde edades tempranas tienen un vocabulario más amplio y una mejor comprensión cuando comienzan la escuela.
Los niños a quienes se lee con frecuencia también tienen mejores habilidades con el lenguaje.
Los niños de 4 a 5 años a los que se les lee todos los días pueden empezar a leer hasta 12 meses antes que los niños a quienes solo se les lee ocasionalmente.
A los niños de 4 a 5 años a los que se les lee con frecuencia obtienen mejores resultados en educación infantil.
¿Cuándo debería comenzar a leerle a mi bebé?
Las investigaciones han mostrado que leerle a los bebés tiene grandes beneficios para ellos, incluso si no entienden las palabras.
La lectura les enseña a los bebés sobre la comunicación, les enseña a escuchar, construye su memoria y les enseña palabras. Mientras más leas, más sonidos aprenderán para ayudarlos a comenzar a hablar.
Leerles a los niños también los ayuda a desarrollarse emocionalmente. Los anima a señalar, tocar y responder preguntas, les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales y de pensamiento. También ayuda al bebé a sentirse cerca de ti y a divertirse.
Qué leer
Los libros para bebés deben tener palabras simples e imágenes claras. A los bebés les encanta el sonido de tu voz, puedes leer cualquier cosa.
A medida que tu bebé crezca, elige libros de tela o vinilo con colores, formas y caras brillantes. Puedes introducir gradualmente libros que contengan imágenes de objetos familiares y actividades que el bebé pueda reconocer, como la comida o el baño. También puedes encontrar libros para bebés con espejos, diferentes texturas y solapas desplegables para que puedan explorar.
Según se vaya haciendo más mayor, opta por libros con rimas y buen ritmo, historias y muchas imágenes. Los niños disfrutan los libros con repetición. Para niños mayores, busca libros que lo ayuden a aprender el alfabeto y cómo contar. A menudo disfrutarán libros con personajes de la misma edad, libros sobre actividades familiares o sus intereses particulares, y libros que sean divertidos.
¿Dónde puedo encontrar los libros adecuados para mi hijo?
Puedes comprar libros en una tienda, on-line o tomar prestados libros de la biblioteca local o guardería. Los libros a menudo indican la edad a la que están dirigidos. También puedes conseguir audiolibros.
Si tu familia es bilingüe, pueden contarle historias en ambos idiomas también ayudará a su educación y a su experiencia de vida.
Consejos para leer
- Reserva un tiempo para leer todos los días, tal vez antes de acostarse, aunque puedes leer en cualquier momento del día.
- Apaga el televisor o la radio para que tu hijo pueda escuchar tu voz.
- Abraza al niño y convierte la lectura un momento especial para ambos.
- Ten muchos libros en casa para que tu hijo pueda elegir.
- Lee con expresión, usando tono alto y bajo, y diferentes voces para diferentes personajes.
- Hazle preguntas a tu hijo sobre el texto. Anímale para que termine las historias u oraciones que conozcan, que hagan sonidos de animales o que canten las canciones.
- No te preocupes si tu hijo quiere el mismo libro una y otra vez, los niños pequeños aprenden a través de la repetición.