Los niños y el dolor
Los niños pueden experimentar dolor y pérdida desde una edad muy temprana. Como los adultos, los niños tienen sus propias formas de aflicción. Es importante reconocer que su hijo tiene sentimientos de dolor y ayudarlo a expresar esos sentimientos.
Hablando con los niños sobre la pérdida y el dolor
Si bien puede ser difícil hablar con un niño sobre la muerte, es importante ser honesto con ellos y ayudarles a comprender lo que ha sucedido.
Algunas sugerencias incluyen:
- Diga la verdad de una manera simple y directa.
- Use palabras concretas que los niños saben, por ejemplo, diga "muerto" en lugar de "fallecido".
- Si el niño es bastante pequeño, puede ser útil usar imágenes, libros de cuentos, juguetes y juegos para explicar lo que ha sucedido y cómo se sienten.
- Explore con los niños el significado que pueden dar a la situación. Esto puede incluir creencias y prácticas religiosas y culturales.
- Los niños son curiosos, así que prepárese para preguntas regulares y repetidas. Sea claro y honesto con sus respuestas.
- Si está demasiado angustiado para responder las preguntas de su hijo, pídale a otro adulto en el que usted y el niño confíen para hablar con el niño.
- No finja que no está triste, exprese sus sentimientos a su hijo. Esto puede ayudar a su hijo a sentirse capaz de expresar sus propios sentimientos.
Reacciones de los niños ante la pérdida y el dolor
Al igual que los adultos, los niños pueden verse profundamente afectados por las pérdidas y las experiencias de duelo. Si bien todos tienen diferentes formas de afligirse, las reacciones comunes de aflicción en los niños pueden incluir:
- Llorar en dosis, por ejemplo, llorar un minuto y luego jugar el siguiente.
- Ocultar los sentimientos en lugar de hablar.
- Cambios en la alimentación, el sueño y los patrones de comportamiento.
- Querer dormir acompañado por un adulto.
- Mostrar comportamientos ya superados como mojar la cama o chuparse el dedo.
- Estar enojado, frustrado e inquieto.
- Falta de concentración y energía en la escuela.
- Sentirse responsables por sus padres.
Compartiendo el dolor con los niños
Incluso a una edad muy temprana, los niños pueden sentir y experimentar el dolor. Estarán conscientes si sus padres u otros adultos están tristes o tienen dificultades con una situación particular. Compartir sus sentimientos de tristeza y pérdida con un niño puede ayudarlos a comprender por qué está triste y ver que está bien estar triste y expresar su tristeza.
La muerte también puede hacer que los niños se preocupen por la muerte de sus padres o por ellos mismos. Asegúreles que todos están a salvo y asegúrese de que se les cuida en momentos de dolor.
Es importante permanecer abierto y dispuesto a hablar sobre las diversas experiencias de pérdida y dolor. A medida que los niños crezcan y se desarrollen, tendrán diferentes reacciones al dolor. Un niño que no reacciona o habla sobre una muerte o una pérdida significativa en las primeras etapas puede querer hablar sobre eso más adelante.
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