La postura del bebé al principio simulará la posición fetal. Si colocas al recién nacido en una superficie firme, moverá la cabeza de un lado a otro. Si no tiene apoyo, su cabeza se descolgará hacia delante y hacia atrás, por lo que hay que sujetársela.
Cuando lo sostengas sobre tu hombro, el bebé podrá levantar la cabeza. Y cuando esté boca abajo, permanecerá en una posición tipo rana o encogida. Los dedos los mantendrá cerrados.
Cuando cumpla el primer mes podrá sostener su cabeza un poco, aunque aún necesite apoyo. Cuando está acostado de espalda puede ponerse un poco de lado. Puede sujetar algún objeto que le des, pero lo suelta enseguida.
Ya con cuatro meses el bebé podrá sentarse con ayuda y controlar bien su cabeza. Estando boca abajo, podrá girar de un lado a otro. Algunos bebés incluso se ponen de espaldas cuando están boca abajo y se pasan objetos entre sus manos.
Sobre los ocho meses e incluso siete, los bebés empiezan a gatear. Algunos consiguen ponerse de pie con ayuda y/o apoyo.
Sobre el año, unos antes y otros después, empiezan a dar los primeros pasos. Van aprendiendo a subir y bajar peldaños, muchos trepan por los muebles y barandillas de las cunas. No se les puede perder de vista ni un segundo ya que su vida es pura experimentación y aventura.
Recuerda que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo. Cualquier duda que tengas consulta con el pediatra.