A medida que los niños crecen, es necesario ir aumentando la cantidad, la variedad y consistencia de los alimentos que se le ofrecen, para finalmente incorporarlo a la mesa familiar al año de vida.
Ya sabemos que es difícil dar al niño todo lo que precisa en una sola comida. Entre los 9 y los 11 meses los niños deben recibir al menos un almuerzo y una cena. El agregado de la merienda es una forma de ir haciendo el camino a la mesa familiar.
Algunos niños precisarán además alguna entrecomida. Es bueno que sigan tomando pecho o, de no ser posible, la leche que toman habitualmente. Cuando se logra que el niño coma un almuerzo y una cena se puede omitir otra toma.
A continuación ofrecemos ideas que pueden ayudar a las familias que tienen niños de esta edad, de forma que puedan, a través de alimentos caseros, brindarles los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse.
La presencia de los padres es muy importante; el niño comerá mejor si es estimulado, si se lo mira a los ojos, y sobre todo si la persona que lo alimenta le tiene mucha paciencia.
¿Qué alimentos elegir?
- Alimentos ricos en energía: Papa, boniato, polenta, sémola, fideítos de sopa, arroz, aceite.
- Leguminosas: A los 9 meses se pueden agregar a la alimentación de los niños porotos, garbanzos o lentejas.
- Verduras: Calabaza, zanahoria, calabacines, acelga, habas frescas, brócoli, coliflor, arvejas bien cocidas, tamizadas y sin cáscara. Siempre son preferibles las verduras de estación.
- Frutas: Cualquier fruta de estación, como manzana, banana, naranja, pera, durazno, mandarina, sandía, ciruelas, melón, excepto frutillas y kiwi.
- Carnes: La carne puede ser de vaca, de pollo, de cerdo, de cordero, hígado o menudos, sin grasa, bien cocida, a la plancha, hervida o a la parrilla. Además, a esta edad es bueno que las familias comiencen a ofrecer pescado a los niños al menos 1 vez por semana. La carne hay que cortarla en trozos pequeños. Cualquier carne con poca grasa sirve.
- Huevo: Agregado a los purés o usado en las preparaciones.
- Alimentos ricos en calcio: Leche fluida, leche en polvo, yogur natural, quesos frescos.
¿Con qué consistencia?
A partir de esta edad las familias deben dar al niño la comida no tan deshecha. El puré puede tener algunos grumos y la carne se le puede dar cortada en trozos pequeños.
Los porotos, garbanzos y lentejas se deben pasar por un colador o comprarlos sin cáscara.
Las preparaciones no deben tener mucha agua, jugo, caldo o salsa: NO deben deslizarse en el plato.
¿Qué cantidad preparar?
Es recomendable preparar la cantidad de alimento que el niño habitualmente come, para que no sobre. Nunca volver a darle lo que sobró. Usar siempre el mismo plato para darle de comer ayudará a las familias a reconocer la cantidad que come cada niño.
Recordar que el apetito es variable. Si en un tiempo de comida el niño no comió la cantidad servida, la familia puede reforzar otras comidas.
Fuente:
Proyecto "Nutrición infantil y desarrollo de prácticas saludables de alimentación"
Coordinador por UNICEF: Álvaro Arroyo
Coordinadoras por RUANDI: María Isabel Bove y Florencia Cerruti
Coordinadora por el Programa Nacional de Salud de la Niñez del MSP: Cecilia Muxi
"Los primeros olores de la cocina de mi casa"
Autores: Florencia Cerruti; María Isabel Bove; María Pía Vidiella; Nadya Golovchenko; Gabriel Dacal