Niños difíciles y exigentes con la comida
¿Cómo hacer que coma de todo?
Algunos niños pueden ser exigentes con la comida. Puede ser frustrante cuando tu hijo quiere comer lo mismo todos los días, pero no es raro. Algunos niños son quisquillosos por naturaleza, pero hay cosas que puedes hacer para alentar a tu hijo a probar otros alimentos en cada comida.
Busca recetas que contengan ingredientes que le gusten a tu hijo e incluye al niño en la preparación de alimentos. Ser parte del proceso de hacer la compra, cocinar y poner la mesa puede ser muy útil.
Es importante no dejar que la irritabilidad del pequeño se convierta en una fuente de tensión durante la comida. Esto implica a una regla simple: los padres eligen qué alimentos ofrecer; los niños deciden si comerlo y cuánto de él quieren comer.
Una buena nutrición y una dieta equilibrada ayudarán al niño a crecer sano. Las mejores estrategias para mejorar la nutrición y fomentar los hábitos alimenticios no exigentes o caprichosos son:
Tener comidas familiares regulares.
Las comidas en familia son un ritual reconfortante para padres e hijos. A los niños les gusta la previsibilidad y los padres tienen la oportunidad de hablar con sus hijos. Los niños que participan regularmente en comidas familiares son más propensos a comer frutas, verduras y granos y menos propensos a picar alimentos poco saludables. Además, Las comidas en familia brindan la oportunidad de presentar a tu hijo nuevos alimentos.
Elegir alimentos variados y saludables.
Incluye frutas y verduras en la rutina diaria con el objetivo de alcanzar cinco porciones al día. Procura que sea fácil para tu hijo elegir meriendas saludables. Mantén las frutas y vegetales a mano y listos para comer. Otras opciones saludables son yogur, nueces o galletas integrales y queso. Opta por carnes magras y otras buenas fuentes de proteínas, como huevos y nueces. Elije panes y cereales integrales para que tu hijo reciba más fibra. Limita la ingesta de grasas evitando los alimentos fritos y escoge métodos de cocción más saludables, como asar a la parrilla, asar y cocinar al vapor. Limita la comida rápida y otros refrigerios bajos en nutrientes como papas fritas y dulces. Limita las bebidas azucaradas, como los refrescos y los jugos, y sirve agua y leche en su lugar.
Ser un modelo a seguir positivo.
La mejor manera de alentar una alimentación saludable es comer bien. Los niños seguirán el ejemplo de los adultos que ven todos los días. Al comer frutas y verduras y no comer en exceso los alimentos menos nutritivos, estarás enviando el mensaje correcto. Otra forma en que puedes ser un buen modelo a seguir es limitar porciones y no comer en exceso. Puedes decirles: 'Esto es delicioso, pero estoy llena, así que voy a dejar de comer'. Al mismo tiempo, los padres que siempre están a dieta o quejándose de sus cuerpos pueden fomentar sentimientos negativos en los niños. Trata de mantener un enfoque positivo cuando se trata de alimentos.
Evita las peleas con el niño por la comida.
Es fácil que la comida se convierta en una fuente de conflicto. Los padres bien intencionados pueden encontrarse negociando o sobornando a los niños para que coman la comida saludable. Al decirle a tu hijo que puede comer una galleta si come su brócoli, estás reforzando el valor de la galleta con las verduras.
Una mejor estrategia es dar a los niños cierto control, pero también limitar el tipo de alimentos disponibles en el hogar. Los niños deben decidir, si tienen hambre, lo qué comerán de los alimentos que se les ponga en la mesa y cuándo están llenos. Los padres controlan qué alimentos están disponibles para el niño, tanto a la hora de la comida como entre comidas. Aquí hay algunas pautas a seguir:
- Establece un horario y rutinas de comidas. A los niños les gusta saber qué esperar.
- No obligues a los niños a terminar sus platos si no tiene ganas. Hacerlo enseña a los niños a anular los sentimientos de saciedad.
- No sobornes ni recompenses a los niños con comida. Evita usar el postre como el premio para cuando termine de comer.
- No uses la comida como una forma de mostrar amor. Cuando quieras mostrar amor, dales un abrazo o un elogio.
Involucra a los niños.
La mayoría de los niños disfrutarán tomando la decisión sobre qué preparar para la cena. Algunos, incluso pueden querer comprar ingredientes y preparar la comida.
En la cocina, selecciona tareas apropiadas para su edad para que pueda desempeñar un papel sin lesionarse o sentirse abrumado. Al final de la comida, no olvides alabar al chef.
Hay otra razón importante por la cual los niños deberían participar: puede ayudarlos a prepararse para tomar buenas decisiones sobre los alimentos que quieren comer. Eso no quiere decir que tu hijo repentinamente quiera una ensalada en lugar de papas fritas, pero los hábitos de comida que le ayudes a crear ahora pueden llevarle a una vida de opciones más saludables.