Aunque es importante resaltar las ventajas de las nuevas tecnologías, también lo es señalar sus posibles inconvenientes, entre ellos su posible uso perjudicial.
Ciberbulling / Ciber-acoso
El ciberbullying (ciber-acoso), o acoso escolar a través de Internet, tiene su origen, en muchas ocasiones, en las redes sociales y en los canales de comunicación.
El ciberbullying puede manifestarse de formas muy diversas: comentarios ofensivos en foros, mensajes amenazantes por e-mail o SMS (mensajes cortos de texto remitidos por móvil), robo de contraseñas, colgar imágenes comprometidas de la persona acosada, crear perfiles falsos con los datos de la víctima, hacer circular falsos rumores sobre el acosado… Los adolescentes muchas veces no se dan cuenta del daño que pueden llegar a causar en su amigo o compañero.
Se escudan tras el falso anonimato de Internet, mostrando una actitud muy distinta de la real. Ellos mismos, en muchas ocasiones, reconocen que a través de Internet les dicen a sus amigos o hablan con ellos de temas de los que no hablan normalmente cuando están cara a cara. Por este motivo, es muy importante insistirles que en Internet, igual que en la vida real, deben siempre respetar al resto de los usuarios. Los padres, como responsables de la educación de nuestros hijos, debemos insistir en que esto se cumpla.
Se denomina PHISHING a cualquier tipo de estafa diseñada con la finalidad de robar la identidad de una persona o empresa. El delito consiste en obtener información tal como números de tarjetas de crédito, contraseñas, información de cuentas u otros datos personales por medio de engaños. Este tipo de fraude se recibe habitualmente a través de mensajes de correo electrónico o de ventanas emergentes.
Cuando se presenta una situación de acoso a través de Internet debemos de actuar de forma rápida para evitar que lo que comienza como una “simple broma” se acabe convirtiendo en una situación de acoso.
A continuación damos algunas ideas útiles:
- Mostrar a nuestros hijos la suficiente confianza para que acudan a nosotros cuando tengan problemas. Muchos menores no denuncian el acoso por miedo.
- No reaccionar de manera brusca. El primer paso es mostrar comprensión y apoyo a nuestro hijo. Cuando cuenta un problema es porque está preocupado por ello, por eso lo más importante en ese momento es intentar que se sienta apoyado, y animarle a que se exprese de manera completa para poder ayudarle.
- Recopilar la información necesaria que nos permita actuar de forma eficaz. Es importante guardar las pruebas del acoso. No borrar los SMS, imprimir los correos electrónicos, guardar capturas de pantalla…
- Acudir al centro escolar para colaborar con ellos en la solución del problema.
Publicación de información personal
La publicación de información personal (nombre, edad, colegio en que estudia, fotografías…) puede ser utilizada por cualquier usuario de la red, poniendo en peligro al menor identificado.
Hay que prestar siempre mucha atención sobre a dónde y a quién enviamos nuestros datos personales. En Internet podemos registrarnos en páginas para participar en sorteos, recibir noticias, entrar en los foros… que nos piden datos personales. En estos casos, antes de enviarlos, debemos leer detenidamente las condiciones de uso de la página y su política de privacidad para saber qué es lo que pueden hacer con nuestros datos.
Contacto con desconocidos
Existe también el riesgo del contacto con desconocidos, que pueden intentar engañarnos haciéndose pasar por una persona muy distinta a la que es en realidad.
En la prensa, de forma relativamente frecuente, surgen noticias de adultos detenidos por intentar acosar a menores a través de la red.
El grooming, o acoso a través de Internet, se produce en la mayor parte de las ocasiones de manera muy similar: el adulto entra en páginas frecuentadas por niños haciéndose pasar por uno de ellos. Poco a poco, va ganándose la confianza de los menores hasta que llega una propuesta de cita, el chantaje, la intimidación, las amenazas…
Nuestros hijos deben conocer el riesgo de poder ser engañados. Insistirles en que nunca se fíen de los desconocidos y que debe sospechar de toda aquella persona que intenta conocerle mejor, que le pregunta de forma insistente por información personal...
Programas P2P y Descargas de Internet
El uso de programas P2P (de la pronunciación en inglés Peer To Peer) de intercambio de archivos y la descarga de archivos conlleva riesgos a tener en cuenta. En primer lugar existe la posibilidad de que el archivo descargado no coincida con el que estábamos buscando o está anunciado. Al abrirlo, podemos encontrarnos con unas imágenes que, a determinadas edades, pueden resultar perjudiciales (pornografía, violencia, anuncios comerciales es lo que se conoce como un archivo fake-falso-…).
Por otro lado, está la polémica sobre la legalidad de las descargas.
Otros programas nos permiten disponer de archivos (películas, fotos, textos…) sin la necesidad de descargarlos previamente. Páginas web como YouTube, contienen una inmensa cantidad de videos que podemos ver directamente.
Los adolescentes visitan con mucha frecuencia esta página tanto para ver como para “subir” material. Antes de poner una imagen en Internet, hay que tener en cuenta, que esa imagen va a ser pública y, por lo tanto, va a poder ser vista por cualquier usuario de la red.
Además, no hay que olvidar que, en el caso de que en esas imágenes aparezcan terceras personas, necesitamos su permiso para publicarlas.
Juegos masivos multijugador online (MMOG)
Es otra gran forma de entretenimiento a través de Internet en la que cada jugador interactúa con otros jugadores conectados. Es importante destacar que el juego continua aunque el jugador no esté conectado, por lo que le “empuja” a conectarse de manera frecuente para saber qué es lo que está pasando en el mundo virtual, en el que, además, él puede actuar. Esto es lo que hace que este tipo de juegos tenga más probabilidad de abuso. El peligro no está en el juego en sí, sino en la forma de utilizarlo. El jugador debe aprender a marcar límites, para evitar dejarse arrastrar por el deseo de conectarse frecuentemente a ver qué es lo que está pasando.
Búsqueda de información
En menor medida, aunque de forma también importante y cada vez con más frecuencia, los jóvenes utilizan Internet como fuente de información. Muchos chicos y chicas reconocen que usan la red para hacer sus deberes y tareas escolares. A través de Internet, cualquier persona puede acceder a mucha información, que puede ser inadecuada para un menor por su contenido.
Muchos padres están de acuerdo en que determinadas páginas Web (por ejemplo, aquellas en las que aparecen escenas de violencia o pornografía, páginas de apuestas y/o sorteos…) no son adecuadas para sus hijos.
Actualmente, los proveedores de Internet cuentan con servicios de control parental, llamados también sistemas de filtrado de contenidos.
Debemos enseñar a nuestros hijos que no todo lo que está colgado en Internet es cierto. Cualquiera puede crear una página web con información errónea o falsa. Hay que aprender a ser críticos, buscar fuentes de información que nos ofrezcan seguridad en sus informaciones u opiniones y contrastar cualquier noticia que encontremos en la red.
Comunicación con otras personas
El correo electrónico es el medio de comunicación a través de Internet más extendido. Frente al correo tradicional presenta la ventaja de ser mucho más rápido ya que pocos segundos después de ser enviado es recibido por su destinatario.
El chat permite una comunicación a tiempo real con un amplio grupo de personas desconocidas que físicamente pueden estar muy distantes. Inicialmente, surgieron con la idea de poner en contacto personas con un interés en común, ofreciéndoles un espacio para el diálogo.
Los blogs o bitácoras son espacios webs donde se recopilan por orden cronológico escritos personales y comentarios enviados por los lectores. A diferencia de los chats y del
Messenger, en este caso, la comunicación no es instantánea, ya que no existe una interacción simultánea entre las personas. El autor del blog escribe, deja el artículo y los lectores, en cualquier momento, acceden, leen y comentan.
Las redes sociales son un medio de comunicación más complejo. No sólo facilitan el contacto escrito entre los usuarios, sino que también les permite compartir contenidos (fotografías, videos…), mantener conversaciones instantáneas… Es una comunicación inmediata y múltiple, ya que en el mismo momento en el que un usuario sube un contenido a su perfil, todas las personas que en ese momento están conectadas pueden verlo y comentarlo.
Fuente: LaRiojaSalud