Internet es una herramienta muy potente que nuestros hijos deben aprender a manejar. Como padres debemos conocer cuáles son sus riesgos principales para poder ayudar a los hijos a usarlo de manera adecuada.
La mejor herramienta de prevención es la información, por eso, los padres debemos estar bien informados sobre lo que hacen normalmente y lo que podrían llegar a hacer los adolescentes cuando se conectan a Internet. Conocer esta realidad es un paso imprescindible para poder proteger a nuestros hijos.
Internet es una herramienta indispensable que los adolescentes utilizan de forma frecuente para navegar por la red, acceder a información, jugar online, chatear, actualizar los diarios personales conocidos como blogs, conectarse a través de las redes sociales como Facebook o Tuenti, conversar en servicios de mensajería instantánea como Messenger, en definitiva, las posibilidades de disfrutar y aprender en Internet son ilimitadas. Pero no cualquier uso de la red es deseable o admisible. Saber para qué se usa, cómo y cuándo se hace es muy importante.
Los adolescentes han crecido en un mundo en el que Internet es algo normal, por eso los manejan de manera natural y ágil. Ya a partir de los 10- 11 años, los jóvenes se conectan a la red de forma regular y constante. De hecho estamos constatando que el acceso a Internet se produce a edades cada vez más tempranas y con mayor frecuencia. Así mismo, a medida que el niño se va haciendo más mayor, va aumentando el tiempo que dedica a navegar por la red.
A pesar de las múltiples aplicaciones que presenta el uso de Internet, los adolescentes suelen conectarse a la red con dos objetivos muy claros: comunicarse con sus amigos y divertirse y entretenerse.
En los últimos tiempos nos hemos visto sorprendidos por el boom de las redes sociales, un nuevo servicio online que se ha difundido de manera masiva entre los usuarios de Internet, especialmente entre los más jóvenes.
El objetivo de las redes sociales es crear un espacio en el cual las personas registradas puedan comunicarse, compartir archivos, interactuar... Las redes sociales permiten a los adolescentes crearse un perfil a través del cual pueden establecer contacto con el resto de los usuarios, contarles su día a día, intercambiar fotografías, comentar lo que otros publican, organizar eventos, proponer alternativas de ocio… Además, se pueden crear grupos de usuarios en torno a un determinado tema de interés, ofreciendo de este modo a los miembros del mismo un espacio para el diálogo, el aprendizaje o el intercambio de ideas. Las más populares entre los jóvenes son Facebook y Tuenti.
Facebook está abierto a cualquier persona que posea una cuenta de correo electrónico. Facebookes especialmente utilizada por usuarios entre los 26 y los 35 años. La edad mínima para utilizar la red es de 13 años.
El usuario debe de configurar su nivel de privacidad: Toda la red: El contenido del perfil sería visible para todas aquellas personas registradas en la página. Amigos de mis amigos: Mi perfil puede ser visitado por mi lista de amigos y por las personas que ellos tienen dentro de su grupo de amigos. Sólo mis amigos: El perfil sólo puede ser visitado por las personas que el usuario previamente ha admitido como amigos. Personalizar: El nivel de privacidad se personaliza para cada uno de los contenidos (fotos, grupos a los que se pertenece, etc.).
Cuando el usuario se da de baja en la red, la información de su perfil no se elimina de forma inmediata. La cuenta se desactiva, deja de estar accesible para los usuarios de la red, pero la información queda almacenada en copias de seguridad del servidor.
Tuenties una red social de origen español, creada en 2006. La novedad respecto a Facebook es que Tuenti es de acceso restringido, es decir, que sólo se puede pertenecer a ella mediante la invitación de un miembro anteriormente registrado. Tuenti es especialmente utilizada por usuarios entre los 16 y los 25 años. La edad mínima para poder registrarse es de 14 años. Una vez que el usuario está dado de alta, debe configurar el nivel de privacidad de su cuenta.
Fuente: LaRiojaSalud