Tras los primeros momentos de euforia, en los que se idealiza a la pareja, aparecen inevitablemente los roces. ¿Cómo se gestiona un conflicto de pareja? He aquí algunos consejos para limitar las molestias de la vida cotidiana.
Conflicto en la pareja: Ir más allá del impulso
Son pocas las parejas que no discuten. El estrés en el trabajo, el cansancio o la pérdida de paciencia con los hijos: Son muchos los factores que pueden influir negativamente en la relación. A veces, argumentos aparentemente inofensivos ocultan importantes puntos de discordia. Sin embargo, incluso en este caso concreto, es mucho mejor una discusión tranquila que una sucesión de palabras desagradables y portazos.
El inicio de una situación de conflicto está conformado por dos personas. Tono de voz, pensamientos fuera de lugar, gestos precipitados: Los signos del comienzo de una pelea son fácilmente reconocibles. Tanto si vienen de ti como de tu pareja, puedes desactivarlas actuando rápidamente: Anuncia con calma que no quieres discutir, sal de la habitación, vete a dar un paseo. Es importante tomarse un tiempo para reflexionar sobre la situación o, por el contrario, para pensar en otra cosa y poner las cosas en perspectiva. A menudo se lamenta una reacción "en el momento" en contraposición a una reacción bien pensada.
Ir más allá del impulso significa no decir cosas malas que no se quieren decir, significa conseguir calmarse para no empeorar las cosas.
No exagerar ni generalizar durante un conflicto de pareja
Si surge un conflicto, mantén la cabeza fría en cualquier circunstancia y haz lo necesario para ser justo. Si tu pareja no lava los platos a menudo, no significa que no lo haga nunca. Esta diferencia de vocabulario es importante: si exageras, él se sentirá injustamente atacado y reaccionará en consecuencia.
Es mejor preguntarle por qué no pudo lavar los platos esta vez. Sus respuestas pueden ayudarte a entender su comportamiento. Una pareja que no se siente atacada es más probable que se abra al diálogo que una que se siente devaluada y atacada. Con esta comunicación, empezarás con una base sana y abrirás un diálogo en lugar de limitarte a expresar tu enfado.
Ajuste de cuentas sólo en privado
¿Hay tensiones entre vosotros que necesitáis dejar salir? Una buena regla general es no "airear nunca los trapos sucios" en público. Si estás en una cena, o en cualquier entorno social, mantén las apariencias mientras estés cerca del otro, incluso si eso significa evitar al otro o alejarse si el entorno lo permite.
No reaccionar en el momento tiene sus ventajas: ambos pueden estar más tranquilos cuando están solos. Así podrás abordar con más calma el tema de la actitud o el comentario que te hirió. Además, discutir en público tiende a animar a levantar la voz más rápidamente, o a querer que los demás tomen partido, sobre todo porque no hay nada más hiriente que ser humillado delante de un público.
Mantener la comunicación en la pareja
La causa número uno de los conflictos es la mala comunicación. Es fácil dejarse llevar por la rutina diaria y olvidarse de pasar tiempo con la pareja. Cuando la comunicación se cierra, la insatisfacción sólo conduce a las discusiones. Para prevenir el conflicto, recuerda hablar, preguntar cómo se siente tu pareja, averiguar por qué está pasando. No dudes en verbalizar tu propia inseguridad, sobre todo si estás pasando por un periodo estresante o propenso a los conflictos.
Pedir disculpas tras un conflicto de pareja
¿Fue tu tono de voz un poco áspero? ¿Interrumpiste a tu pareja para hablar de ti? ¿Te olvidaste por completo de comprar lo que él o ella había pedido? Las disculpas no se dan por supuestas y nunca son tácitas: deja claro que lo sientes. De este modo, puedes evitar que un pensamiento o un error involuntario se convierta en una gran discusión. Y si el conflicto era inevitable, una vez que la tensión se haya calmado, reconoce tu equivocación, y multiplica tus gestos de amor. En general, cuanto más hayan trascendido tus palabras, cuanto más agresivo hayas sido, antes deberás disculparte. No esperes varios días, porque entonces el resentimiento o el dolor tienen tiempo de acumularse en tu pareja.
La amabilidad es un sentimiento esencial para desarrollar en la pareja: en su nombre se acaban muchos conflictos. Sin embargo, a menos que sean recurrentes o violentas, las discusiones en la pareja no son alarmantes ni dramáticas: Permiten liberar la tensión y empezar de nuevo.
También te puede interesar leer:
- Meditación: qué es, cómo meditar para principiantes
- Pilates y yoga: beneficios para la salud
- Técnica de Alexander para relajar el cuerpo y evitar dolores
- Hipnosis, meditación y relajación para el dolor
- ¿Cómo prevenir y manejar el estrés?
- Autoayuda - Consejos para Aumentar tu Autoestima
- Cómo ser feliz: 25 hábitos que pueden ayudarte
- 10 consejos para recuperar la confianza en ti mismo
- ¿Tus emociones te hacen sentir mal? Cómo afrontarlo
- Encontrar la calma en el caos: Estrategias para superarlo
- Cómo nos afecta la baja autoestima y cómo mejorarla
***El contenido de este sitio web es solo para fines informativos, es de carácter general y no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, y no constituye asesoramiento profesional. La información en este sitio web no debe considerarse completa y no cubre todas las enfermedades, dolencias, condiciones físicas o su tratamiento. Debe consultar con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, pérdida de peso o atención médica y / o cualquiera de los tratamientos de belleza.