El Día de Acción de Gracias es una de las mayores fiestas familiares del año en USA. No hay nada como el coma alimenticio de después de la cena y saber que tienes sobras para poder desayunar, comer y cenar prácticamente hasta Navidad. Aun así, Acción de Gracias suele ser mucho más divertido si no eres el anfitrión o el jefe de cocina. Si este año te han pasado el relevo de anfitrión sabemos que tu primer instinto es entrar en pánico.
No te preocupes: Aquí tienes un calendario y una lista de control infalibles para que no se te olvide ningún detalle. Pero antes de empezar con la lista de control de la organización de Acción de Gracias, respira hondo.
Si estás decidido a celebrar un Día de Acción de Gracias tradicional, sigue leyendo los consejos para organizar tu primer Día de Acción de Gracias. Siéntete libre de adaptar esta lista de tareas según sea necesario: la mejor fiesta es aquella en la que tú también te relajas un poco, recuerda.
Dos o tres semanas antes de Acción de Gracias:
Haz un plan
En primer lugar, asegúrate de saber cuándo es Acción de Gracias. A continuación, empieza a planificar cosas sencillas, como el desarrollo del evento. Piensa dónde quieres que se sienten los invitados y dónde quieres colocar la comida. Con más de ocho invitados, el buffet es la forma más fácil de hacerlo, especialmente si tienes poco espacio.
Crear un menú
A la hora de crear un menú, opta por recetas sencillas y de confianza. Una vez establecido el menú, escribe la lista de la compra. Debes dividir la lista en productos perecederos y no perecederos para facilitar la compra y el almacenamiento. Los productos no perecederos pueden comprarse con una o dos semanas de antelación; los perecederos deben comprarse uno o dos días antes de Acción de Gracias.
Consejo de organización: Imprime un calendario de noviembre en blanco y rellénalo con las fechas en las que harás la compra, cuando prepares ciertos platos con antelación y las recogidas que tengas que hacer o las entregas que lleguen a casa.
Pide tu pavo
Para el pavo, necesitarás de 225 a 450 gramos de pavo por persona. De esta forma, te quedará un día de sobras. Compra el ave lo antes posible y congélala. Sólo recuerda: Necesitas un día de descongelación por cada 2 kilos de pavo. Si vas a comprar el pavo por Internet, hazlo con tiempo.
De paso, considera la posibilidad de pedir bandejas de entremeses preparadas en el supermercado o postres de la panadería que también querrás servir. ¡Una cosa más tachada de tu lista!
Confirma tu lista de invitados
Toma nota de cuántas personas vendrán a tu casa, y en esa lista, cuántos son niños. A partir de ahí, pide a la gente que ayude. No es descabellado pedir a los invitados que traigan un plato, y a menudo se ofrecerán. Si se trata de una ocasión de familia, asigna a cada miembro una tarea.
Una semana antes de Acción de Gracias:
Preparar la mesa
Ocuparse de la decoración de la mesa o de los arreglos florales de Acción de Gracias con antelación te ahorra un poco de estrés. Si no puedes prepararla con una semana de antelación, hazlo con unos días antes. Ten preparadas las tarjetas de mesa si os vais a sentar todos en una misma mesa para evitar confusiones.
Colócate lo más cerca posible de la cocina, y no necesariamente a la cabeza. Es mejor dividir las parejas para conseguir una dinámica más animada, pero mantén a los niños pequeños entre sus padres. Un consejo extra: sienta a los zurdos en las esquinas, donde tendrán espacio para comer sin golpearse los codos.
Compra de comestibles
Consulta tus listas de la compra y hazla de una vez. ¿Hay algo peor que un viaje de última hora a la tienda de comestibles local el día de Acción de Gracias? (¿O, peor aún, llegar a la tienda y descubrir que está cerrada?) Si haces la compra con unos cinco o seis días de antelación, no deberías tener apenas problemas con los productos perecederos.
Para aliviar la carga, considera la posibilidad de encargar el postre a un invitado o a una pastelería local. Ofrece sugerencias de recetas al miembro de la familia que sabe hornear, o visita la tienda de comestibles para hacer un pedido con antelación.
Prepárate para recibir a los invitados que pasen la noche
Asegúrate de que tienes toallas y ropa de cama limpias para los huéspedes que pasen la noche (si los hay), y de que su habitación está preparada.
La semana de Acción de Gracias:
Haz un inventario
¿Tienes un termómetro para el pavo? ¿Suficientes cazuelas? ¿Y platos y cubiertos? Asegúrate de que tienes todos los utensilios esenciales antes de lanzarte a cocinar.
Empieza a cocinar el domingo
Este es el secreto para unas fiestas sin estrés: Preparar los platos con antelación. Las bases de la salsa pueden congelarse, y los guisos y las verduras pueden cocinarse con antelación y refrigerarse hasta dos días. Si no se puede cocinar con antelación, al menos se puede preparar. Por ejemplo, las patatas pueden estar lavadas y listas para pelarlas y hacerlas puré.
El día de Acción de Gracias:
Levantarse temprano
En estas vacaciones no se puede dormir hasta tarde. Haz un horario y cúmplelo. Lo más importante: Debes estar preparado hasta una hora antes de la llegada de los invitados.
Siempre llega alguien muy temprano. No hay nada peor que el timbre de la puerta suene mientras estás en la ducha.
¿Qué significa esto? Que la mesa o el buffet deben estar preparados y, lo que es más importante, las bebidas deben estar frías. Si te das una hora de margen, te ahorrarás un montón de problemas.
Mantener la comida caliente
Utiliza el microondas -está aislado, por lo que mantendrá los platos calientes hasta media hora-, pero no lo enciendas. Vierte la salsa en un termo para mantenerla humeante. Coloca el puré de patatas o el arroz en una cubitera aislada o en una Crock-Pot.
Prepara todas las habitaciones de la casa
Empieza las fiestas con la cocina limpia, es decir, con el lavavajillas y los cubos de basura vacíos. Forra los cubos de basura con más de una bolsa para tener otra lista cuando uno se llene. Retira los objetos valiosos del salón para salvarlos de los sobrinos hiperactivos. Si los abrigos y las bolsas van a la cama, cubre el edredón y las almohadas con una sábana para protegerlos de los elementos. Por último, enciende una vela en el baño: es un bonito detalle.
Asar el pavo perfecto
Para saber si está hecho, utiliza un termómetro de carne en tres puntos: pechuga, muslo y relleno. Coloca el termómetro en la parte más gruesa del muslo, sin tocar el hueso, y en el centro de la pechuga y del relleno. Si el pavo no está relleno, los tiempos de cocción son diferentes. Si el pavo se cuece en salmuera, quedará aún más jugoso, y es una habilidad fácil de dominar.
Si algo va mal, no te asustes. Llama a un amigo experto en pavos, investiga en Internet o empieza a buscar opciones de comida para llevar.
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Diviértete
Las fiestas consisten en estar agradecido por lo que tienes; aunque el pavo esté quemado y el mantel sea un mosaico de manchas, disfruta del tiempo que tienes con la familia y los amigos, y toma nota de las anécdotas divertidas o los deseos de Acción de Gracias para compartirlos en la cena del año que viene.
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