El oído medio es el área detrás del tímpano y contiene pequeños huesos que amplifican las ondas sonoras. La otosclerosis se caracteriza por la formación anormal de hueso dentro del oído medio que impide que estos pequeños huesos vibren. Esto causa pérdida de audición porque las ondas de sonido no pueden llegar al oído interno.
La sensación de equilibrio también puede verse afectada si el crecimiento óseo anormal se extiende hacia el oído interno. Las mujeres de entre 15 y 30 años son las más comúnmente afectadas por la otosclerosis. La causa es desconocida, pero los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, género y embarazo. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía o el uso de audífonos.
Estructuras del oído
Las ondas sonoras son vibraciones a través del aire. Cuando escuchamos un sonido, éste viaja a lo largo del canal auditivo y hace que el tímpano vibre. La vibración del tímpano provoca el movimiento de los tres huesos (malleus, incus y stapes) en el oído medio. Estos huesos se mueven contra la cóclea (el órgano auditivo) y transmiten las vibraciones a miles de células ciliadas especiales en su interior.
Luego, las células ciliadas envían el sonido como una señal eléctrica a lo largo del nervio al cerebro, donde percibimos el sonido (nuestro cerebro interpreta la señal como sonido). La otosclerosis afecta más comúnmente al pequeño hueso conocido como el estribo.
Los órganos de equilibrio del cuerpo, el sistema vestibular, también se encuentran dentro del oído interno. La parte principal del sistema vestibular es el laberinto, una serie de canales llenos de líquido colocados en diferentes ángulos. Cada canal semicircular tiene una orientación diferente para detectar una variedad de movimientos de la cabeza, como asentir o rotar. El movimiento del líquido dentro de los canales causado por el movimiento de la cabeza estimula los pequeños pelos que envían mensajes a través del nervio vestibular al cerebro. El movimiento del líquido dentro de estos canales es una forma en que el cuerpo permanece en posición vertical y mantiene el equilibrio.
El funcionamiento normal del laberinto se verá afectado si el crecimiento óseo anormal se extiende hacia el oído interno, causando mareos y náuseas.
Síntomas de otosclerosis
La otosclerosis tiende a apuntar a un oído al principio, pero ambos oídos generalmente se ven afectados, eventualmente. Los síntomas de la otosclerosis pueden incluir:
- Pérdida gradual pero progresiva de la audición.
- Sensaciones de zumbido en los oídos (tinnitus).
- Mareo.
Factores de riesgo de otosclerosis
La causa de la otosclerosis es un misterio, pero los investigadores han descubierto una serie de factores de riesgo que incluyen:
Antecedentes familiares: la otosclerosis tiende a aparecer en familias, lo que sugiere una susceptibilidad genética o un componente hereditario al trastorno.
- Género: las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar otosclerosis que los hombres.
- Embarazo: las mujeres susceptibles pueden desarrollar otosclerosis durante el embarazo.
- Raza: los caucásicos (personas blancas) tienden a ser los más afectados.
- Osteogénesis imperfecta: este trastorno genético se caracteriza por huesos anormalmente frágiles. Las personas con osteogénesis imperfecta tienen un mayor riesgo de desarrollar otosclerosis.
- Agua no fluorada: cierta evidencia sugiere que beber agua no fluorada puede aumentar el riesgo de otosclerosis en personas susceptibles.
- Virus del sarampión: existe evidencia de que los virus pueden contribuir al desarrollo de la otosclerosis, en particular el virus del sarampión.
- Causas desconocidas: algunas personas desarrollan otosclerosis a pesar de que no tienen ninguno de los factores de riesgo conocidos.
Diagnóstico de otosclerosis
La otosclerosis se diagnostica mediante pruebas que incluyen:
Pruebas de audición: una persona con otosclerosis generalmente tiene una pérdida de audición que afecta a todas las frecuencias (tonos). La pérdida auditiva puede ser conductiva o de naturaleza mixta. Una pérdida auditiva conductiva es causada por un problema en las partes media o externa del oído. Una pérdida mixta combina una pérdida auditiva conductiva con una pérdida auditiva que resulta del daño al oído interno.
Tomografía computarizada: para detectar daños en el nervio coclear y el laberinto.
Tratamiento para la otosclerosis
Es posible que no se necesite tratamiento hasta que el grado de pérdida auditiva sea significativo. Las opciones pueden incluir:
- Medicamentos: algunos estudios han sugerido que tomar suplementos de flúor, calcio y vitamina D puede ayudar a retrasar la progresión de la otosclerosis. Sin embargo, este tratamiento necesita más investigación antes de que pueda confirmarse.
- Audífono: los audífonos pueden ayudar a la mayoría de las personas con pérdida auditiva, a pesar de que no pueden restablecer la audición normal. Los audífonos tienen como objetivo aumentar la comunicación al proporcionar información de sonido más útil.
- Cirugía: el estribo afectado se extirpa quirúrgicamente y se reemplaza con una prótesis o estribo artificial (estapedectomía). Una operación exitosa puede corregir o mejorar la pérdida auditiva conductiva de la otosclerosis.
Autocuidado después de la cirugía para la otosclerosis
Después de la cirugía, es importante (particularmente en la fase postoperatoria temprana) proteger las estructuras dentro del oído de infecciones, presión y ruido para reducir el riesgo de complicaciones.
Siga todas las indicaciones de su médico, pero las sugerencias generales incluyen:
- Evite sonarse la nariz con brusquedad, hágalo suavemente, tapando un orificio y luego el otro.
- Evitar temperaturas frías.
- Reduzca su riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior al evitar a las personas enfermas.
- Evitar cambios en la presión del aire (viajes aéreos o buceo).
- Evitar ruidos fuertes.
Consulte a su médico de inmediato si experimenta dolor de oído, mareos o fiebre, ya que estos síntomas pueden indicar una infección.
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