La temperatura normal varía durante el día: es más baja por la mañana y algo más elevada por la tarde.
Hasta 37,5ºC en el recto se considera una temperatura normal. De 37,5ºC a 38,4ºC se llama febrícula. y se considera fiebre a temperaturas rectales por encima de 38,4ºC. Por encima de 41ºC ya son casos más graves, y se llama hiperpirexia. A todo esto hay que restarle medio grado si tomas la temperatura en la axila.
Hasta los 4 ó 5 años, puedes tomar la temperatura, al niño, en el recto, poniendo cuidado no se rompa el termómetro.
Para medir la fiebre debes usar termómetro, normalmente de mercurio. Si lo colocamos debajo del brazo, en la axila, debemos mantenerlo, entre 3 y 5 minutos. En el recto será suficiente uno o dos minutos.
La fiebre no es una enfermedad en si misma, sino un signo de enfermedad. En condiciones habituales, podemos administrar un medicamento antitérmico. Por lo que en los controles del niño debes preguntar al pediatra sobre el medicamento a utilizar en estos casos, así como su dosis e intervalos entre sucesivas administraciones.
También puedes usar baños de agua templada a 30ºC durante unos 15 minutos, tanto para niños como para adultos. No utilices paños mojados en alcohol o colonia.
Es conveniente que el niño con fiebre tenga poca ropa y tome líquidos, como agua o zumos, en pequeñas cantidades pero con frecuencia.
Ante un niño con fiebre acude al pediatra para conocer su origen.