Actividad física y cáncer
Gran parte de las investigaciones hasta la fecha sobre el ejercicio y el cáncer se ha centrado en la prevención. Recientemente, sin embargo, los estudios han comenzado a examinar la efectividad del ejercicio para las personas con cáncer.
La evidencia actual sugiere que el ejercicio es beneficioso para la mayoría de las personas durante el tratamiento del cáncer. La evidencia también muestra que hay poco riesgo de daño si se cuida y se sigue de cerca el asesoramiento profesional sobre el ejercicio.
Las Pautas de actividad física para adultos recomiendan que se deben intentar realizar al menos 30 minutos de actividad física, preferiblemente todos los días de la semana. Las personas con cáncer deben ser tan activas físicamente como lo permitan sus capacidades y condiciones.
El tratamiento contra el cáncer causa una variedad de efectos secundarios que son diferentes para cada persona. Se ha demostrado que el ejercicio ayuda a lidiar con muchos de los efectos secundarios del tratamiento del cáncer, entre ellos:
- Fatiga.
- Náuseas (sensación de malestar) y pérdida de apetito.
- Anemia (recuento bajo de glóbulos rojos o hemoglobina).
- Depresión y ansiedad.
- Cambios en el peso corporal y la composición (músculo y grasa).
¿Quién puede hacer ejercicio con cáncer?
La mayoría de las personas que reciben tratamiento contra el cáncer pueden participar en un programa de ejercicios. Algunas personas pueden necesitar un programa modificado y otras pueden tener que retrasar el inicio.
Hable con su médico antes de comenzar el ejercicio. Es posible que necesite un programa de ejercicios modificado si tiene alguna de las siguientes condiciones:
- Linfedema.
- Fatiga.
- Anemia.
- Falta de aliento.
- Bajo recuento de plaquetas.
- Quemaduras de radioterapia.
- Función inmune comprometida.
- Daño a los nervios (neuropatía periférica).
- Cáncer óseo primario o metastásico.
Deberá retrasar el inicio de un programa de ejercicios si tiene anemia grave, fiebre o pérdida de peso severa.
Intente evitar estar físicamente inactivo. Algunos días serán más difíciles que otros, pero incluso unos pocos minutos de ejercicio ligero es mejor que ningún ejercicio.
Beneficios del ejercicio para personas con cáncer
Los beneficios del ejercicio para las personas con cáncer pueden incluir:
- Mayor fuerza muscular y resistencia.
- Aumento de la energía y disminución de la fatiga relacionada con el cáncer.
- Mejora la densidad ósea y el rango de movimiento de las articulaciones.
- Aumento de la función cardiovascular y respiratoria.
- Disminución de las náuseas y vómitos en algunas personas que reciben quimioterapia.
- Apetito mejorado.
- Sueño más profundo y con mejor calidad.
- Mayores sentimientos de control sobre su vida.
- Mejora la digestión y reduce el estreñimiento.
- Disminución de los niveles de estrés y ansiedad.
- Mejor humor.
Estos beneficios pueden ayudar con su recuperación y reducir los efectos secundarios comunes del tratamiento, como fatiga, náuseas, ansiedad, depresión y debilidad muscular. El ejercicio y la buena nutrición pueden ayudarlo a crear un estilo de vida saludable y activo, y ayudarlo a volver a la vida diaria y al trabajo con sus colegas, amigos y familiares.
Antes de comenzar un programa de ejercicios con cáncer
Antes de participar en cualquier programa de ejercicios, ya sea durante o poco después de su tratamiento, es importante hablar con su oncólogo o médico general sobre las precauciones que debe tomar.
Si ha pasado un tiempo desde que estuvo activo, o su nivel de condición física es bajo, comience lentamente y aumente gradualmente.
Comenzar un programa de ejercicios puede ser abrumador. Usted puede tener muchas preguntas. Los profesionales del ejercicio, están específicamente capacitados para dar consejos sobre el ejercicio y puede trabajar con usted y su médico para desarrollar un programa de ejercicios adaptado a sus necesidades. Muchos programas de ejercicios estructurados que se ofrecen en lugares como gimnasios le pedirán una autorización médica antes de comenzar.