¿Qué es la autolesión?
Es un término que históricamente se ha utilizado para cubrir una amplia gama de comportamientos. Se refiere a causar deliberadamente dolor o daño al propio cuerpo, y en algunos casos puede haber intención de terminar con la vida. Las autolesiones son más comunes en los jóvenes.
El daño autoinfligido puede tomar diferentes formas y su frecuencia puede variar de persona a persona; algunos pueden hacerlo una vez, mientras que otros pueden hacerlo durante muchos años. Puede incluir:
- Cortar, quemar, morder o rascar la piel.
- Raspar heridas o costras para que no sanen.
- Arrancarse el cabello o golpear el cuerpo.
- Tomar sustancias nocivas (como venenos o medicamentos de venta libre o recetados).
Este comportamiento es normalmente una señal de que una persona siente un intenso dolor emocional y angustia.
Obtener apoyo para el comportamiento autolesivo
Si crees que estás pasando por esta situación, trata de hablar con alguien de confianza, como un amigo, familiar, médico, maestro o consejero escolar. Puede ser difícil reunir el coraje para abrirse a alguien, pero recuerda que se preocupan por tu bienestar. Puede llevarles tiempo entenderlo, pero eso no significa que no estén allí para ayudarte.
Si prefieres hablar con alguien que no conoces, consulta a un médico, consejero o psicólogo.
¿Cómo sé si alguien se está haciendo daño?
Puede ser difícil reconocerlo, ya que muchas personas lo mantienen en secreto. Confía en tus instintos. Algunos signos pueden incluir:
- Nuevas marcas en el cuerpo (como hematomas, cortes o quemaduras).
- Retirada de amigos, familia, centro de estudios y trabajo.
- Disminución en el rendimiento en los estudios, el trabajo o las actividades.
- Cambios en el estado de ánimo, el sueño y los patrones de alimentación.
- No asistir a actividades que alguna vez disfrutaron o evitar ocasiones en las que sus lesiones quedarían expuestas (como la playa o la piscina).
- Usar ropa inadecuada para cubrir heridas.
- Excusas por lesiones o comportamiento
- Ser reservado: esconder objetos punzantes o peligrosos.
Apoyar a alguien que se hace daño
Las personas que se causan lesiones necesitan atención, comprensión y apoyo para recuperarse. El estigma de otros puede ser perjudicial y puede impedir que obtengan el apoyo que necesitan.
Si crees que alguien que conoces podría estar pasando por esta situación, es importante tratar de hablar con él y alentarlo a buscar ayuda profesional. No intentes obligarlo a detenerse, ya que puede empeorar las cosas. Hablar con personas que se lesionan acerca de su comportamiento puede ser seguro y muy útil si se hace de manera solidaria.
Cómo hablar con alguien que se lesiona
Puede ser difícil acercarse a alguien con este problema. Si no puedes hacerlo solo, pídele ayuda a otra persona.
Algunos consejos útiles sobre cómo iniciar una conversación con alguien que se lastima. Prueba las siguientes sugerencias:
- Pregúntale cómo van las cosas o cómo se siente.
- Hazle saber que estás ahí si se siente deprimido o estresado.
- Dile que estás preocupado y por qué.
- Pregúntale si está pensando en terminar la vida. Si es así, o crees que podrían serlo, acude a un profesional de la salud inmediatamente.
- Mantén la calma, escucha con atención y no juzgues. Si parece molesto o enojado, puede significar que se siente avergonzado o preocupado por lo que puedas pensar.
- Aliéntalo a buscar el apoyo de una persona de confianza, como un médico de cabecera, un maestro o un consejero.
- Si la persona no está lista para hablar sobre eso, Inténtalo otra vez o sugiérele que hable con alguien que la haga sentir cómodo.
Otras formas de reducir su angustia pueden incluir:
- Distracción: salir a caminar, jugar, ver una película o escuchar su música favorita.
- Desvío: buscar una acción alternativa que no cause lesiones (como golpear una almohada o apretar un cubito de hielo).
- Respiración profunda.
- Puede ser útil elaborar un plan de seguridad o aprender primeros auxilios de salud mental para saber qué hacer en una crisis.
- Alienta a la persona a buscar apoyo para sí misma, u ofrécete a ayudarla a ponerse en contacto con uno o más de los apoyos sugeridos.
Las personas de apoyo también necesitan apoyo
Si tu hijo, amigo u otro miembro de la familia se lesiona, o crees que podría estar haciéndolo, buscar el apoyo de un profesional de salud mental también es importante para ti. Habla con alguien de confianza sobre lo que está sucediendo y cómo te sientes. Sin embargo, lo molesto puede ser ver a un ser querido en problemas, recuerda que el comportamiento autodañino es tratable y que no todos los que lo hacen quieren terminar la vida.
Comportamiento autolesivo es tratable
Este tipo de comportamiento tan grave es una señal de que alguien siente una angustia significativa y no lo está haciendo para llamar la atención. Por lo general, están profundamente avergonzados y hacen todo lo posible para ocultarlo de los demás. Pueden sufrir en silencio y realmente necesitan apoyo para abrirse sobre cómo se sienten.
Aunque puede tratarse, muchas personas no buscan apoyo porque:
- Piensan que la gente no entenderá.
- No confían en que su problema se mantendrá privado.
- No creen que nadie pueda ayudarles.
- Tienen miedo de que las personas (incluidos los profesionales de la salud) reaccionen negativamente a su comportamiento autodestructivo, tal vez porque lo han hecho en el pasado
- Están avergonzados, culpables o enojados por su comportamiento autodestructivo.
- Creen que deberían ser capaces de arreglárselas solos.
Nadie debe hacer frente a esto solo. El comportamiento autodestructivo es tratable. El apoyo puede incluir trabajar para reconocer los desencadenantes, aprender a manejar las emociones difíciles y ayudar con el autocuidado (como cuidar las heridas y aprender otras estrategias de afrontamiento).
Para cualquiera que se haga daño, darse cuenta de que no es una solución a largo plazo para los problemas es un paso en la dirección correcta. Una vez que toman la decisión de buscar apoyo, es importante que lo tomen con calma y no sean demasiado duros con ellos mismos. Puede tomar tiempo romper el ciclo y puede haber contratiempos en el camino.
Encontrar alternativas
Puede ser difícil separarse de este tipo de comportamiento. El tratamiento incluirá aprender a encontrar otras formas de manejar sentimientos intensos. Al distraer o desviar el comportamiento, los sentimientos y los impulsos pueden volverse menos intensos y disminuir con el tiempo.
La persona que se lesiona puede querer desarrollar sus propias formas de distraerse, o usar algunas de estas ideas:
Usar una banda elástica alrededor de la muñeca y cuando se sienta angustia estirar con los dedos de la otra mano (sin sacarla de la muñeca) y soltar.
Tomar un cubito de hielo: la sensación puede distraer de sentimientos intensos.
Sostener un cubito de hielo en la mano.
Llevar un diario y anotar los pensamientos.
Ejercicio: libera endorfinas y puede ayudar a levantar el ánimo.
Colorear, probar la meditación, la relajación o realizar una actividad artesanal como tejer o pintar.
Dibujar en su cuerpo.
Golpear una almohada.
Hacer que el entorno sea seguro libre de cualquier objeto o lugar dañino.
Tener una caja de distracción: guardar algunas cosas que brinden comodidad en una caja o bolsa (como fotos, un juguete favorito, chicles, manualidades). Mantenerlo a mano y usar cuando aparezcan los sentimientos dañinos.
¿Quién está en riesgo de lesionarse?
Las personas de todas las edades, pero los jóvenes están en mayor riesgo. Es más común entre las niñas que los niños, y generalmente comienza alrededor de los 12 a 14 años, justo después del inicio de la pubertad.
¿Por qué las personas se lesionan?
Hay muchas razones. Incluso para una persona, la motivación puede variar. Algunas personas lo hacen como una forma de expresar su angustia, retomando el control o escapando de situaciones que les parecen problemáticas. Otros pueden encontrar que les hace "sentir" algo cuando están entumecidos y desprovistos de todos los sentimientos. Algunas personas encuentran que les da una sensación de alivio.
Cualquiera que sea la razón, es normalmente una señal de que una persona siente un intenso dolor emocional y angustia.
Para los jóvenes, muchas cosas estresantes suceden de una vez. No solo están lidiando con cambios en sus cuerpos, sino que están tratando de hacer malabarismos con las demandas que no tenían cuando eran más jóvenes (como estudiar, trabajar, relacionarse, ser más independientes y tener más responsabilidad).
Los factores estresantes que pueden aumentar el riesgo incluyen:
- Desglose o conflicto familiar.
- Dificultades de relación.
- Conocer a otros que lo hacen.
- Tener antecedentes familiares.
- Ser maltratado.
- Problemas escolares o laborales.
- Abuso de alcohol y sustancias.
- trauma pasado, negligencia o abuso.
Los factores personales que pueden aumentar el riesgo incluyen:
- Una historia previa de lesiones.
- Que esté experimentando agresión o violencia.
- Condiciones de salud mental.
- Baja autoestima.
- Mala imagen corporal y odio a sí mismo.
- Enfermedad física o discapacidad.
- Impulsividad - actuar sin pensar.
- Pobres habilidades de afrontamiento.
- Dificultades con la resolución de problemas.
¿Cuáles son los riesgos de autolesión?
Aunque este comportamiento puede brindar alivio a corto plazo, no ayuda a la persona a abordar las razones por las que lo está haciendo en primer lugar. A menos que se aborden los problemas que están causando el comportamiento autodestructivo, las personas continuarán usándolo como una forma de hacer frente.
Desafortunadamente, puede ser peligroso: puede provocar lesiones graves e incluso la muerte accidental. También puede conducir a un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud física y mental, abuso de sustancias y desempleo.
Aunque la mayoría de las personas que se lesionan no quieren morir, su comportamiento puede volverse más frecuente y adictivo a medida que buscan métodos para lidiar con emociones abrumadoras. Algunas personas tienen sentimientos de vergüenza, autodesprecio e impotencia y pueden tener pensamientos terribles y con un trágico final. Muchas personas que intentan terminar su vida tienen antecedentes de autolesiones.
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