La fobia social es un tipo de trastorno de ansiedad. Las personas con fobia social experimentan ansiedad extrema y persistente asociada con situaciones sociales o de rendimiento. Una persona con fobia social experimenta ansiedad en situaciones en las que es probable que sean examinados y observados por otros. Pueden tener temores persistentes de ser juzgados, criticados, ridiculizados o humillados.
La mayoría de las personas se sienten tímidas o nerviosas en ciertas situaciones sociales. Hablar en público o entrar a una habitación llena de extraños puede causar ansiedad en muchas personas. Sin embargo, este tipo de aprehensión común no indica una fobia social. Para las personas con fobia social, las situaciones sociales provocan sentimientos que van más allá de la simple ansiedad o nerviosismo.
Una fobia social ocurre para una persona cuando:
- Existe un temor persistente a una o más situaciones sociales o de desempeño donde están expuestas a personas desconocidas o al posible escrutinio de otros. La persona teme que actuará de manera vergonzosa y humillante.
- Las situaciones temidas se evitan o se soportan con ansiedad y angustia intensas.
- Una persona se da cuenta de que la ansiedad social es excesiva e irrazonable, pero siente que no puede cambiar o controlar los sentimientos o el comportamiento.
- Interfiere significativamente con su vida diaria incluyendo trabajo, educación, vida familiar y social.
- El miedo o la evasión no se debe a una afección médica general ni a los efectos fisiológicos de una sustancia (como drogas o medicamentos).
Hombres y mujeres se ven igualmente afectados, aunque un mayor número de hombres busca tratamiento.
En muchos casos, la fobia social comienza con timidez en la infancia y progresa durante la adolescencia. El inicio de la fobia social generalmente ocurre alrededor de los 11 a los 15 años. La fobia social también se conoce como trastorno de ansiedad social.
Los síntomas de la fobia social
Cuando se expone a una situación social temida, una persona con fobia social puede experimentar síntomas de ansiedad extrema, que incluyen:
- Rubor.
- Temblor.
- No saber que decir.
- Frecuencia cardíaca acelerada.
- Respiración superficial y rápida.
- Palmas de las manos sudorosas.
- Náuseas.
- Músculos tensos.
- Garganta seca.
- Dolor de estómago.
- Sentirse débil o mareado.
- Sentimientos de duda e incertidumbre.
- Pensamientos negativos.
- Dificultad para concentrarse en otra cosa que no sean sensaciones físicas de ansiedad, retroalimentación negativa de otros y pensamientos negativos.
- Un impulso abrumador de huir de la situación.
- Darse cuenta de que estos sentimientos son irracionales y desproporcionados.
Fobia social: situaciones sociales temidas
Algunas personas con fobia social temen y evitan situaciones específicas (como hablar en público), mientras que otras pueden sentir ansiedad generalizada sobre varias situaciones sociales (fobia social generalizada). Una persona con fobia social puede temer (y tratar de evitar) una variedad de situaciones, que incluyen:
- Multitudes y fiestas.
- Hablar en público.
- Iniciar o tener una conversación.
- Hablar con un grupo grande.
- Expresar opiniones.
- Conocer a alguien nuevo, estrecharle la mano.
- Utilizar baños públicos.
- Comprar.
- Hablar con alguien que esté en una posición de superioridad o autoridad.
- Ser observado mientras se hace algo, como comer, firmar papeles o hablar por teléfono.
- Situaciones que los ponen en el centro de atención, como fiestas para celebrar su propio cumpleaños.
Fobia social: miedos subyacentes
Algunos de los temores que suscitan comúnmente las situaciones sociales pueden incluir:
- Preocuparse de que otros noten los síntomas físicos de ansiedad, como sonrojarse, sudar y tartamudear.
- Miedo a parecer estúpido, tonto o ridículo.
- Miedo a parecer tranquilo, aburrido y poco interesante para los demás.
- Miedo a ser juzgado como socialmente inadecuado.
La fobia social puede extenderse más allá del evento social
Una persona con fobia social puede sentirse ansiosa mientras simplemente anticipa un evento social próximo. Después del evento, la persona puede reproducir las conversaciones que tuvo y calificar su desempeño. Pensar en estos sentimientos de fracaso social puede hacer que la persona se sienta aún peor y reforzar el deseo de evitar situaciones sociales en el futuro.
Complicaciones comunes de la fobia social
Si no se trata, la fobia social puede afectar gravemente la calidad de vida. Algunas de las complicaciones comunes pueden incluir:
- Usar alcohol para lidiar con la ansiedad durante los eventos sociales.
- Abuso de alcohol.
- Uso indebido de medicamentos recetados y sin receta.
- Dificultad para formar y mantener relaciones.
- Oportunidades limitadas de educación o empleo.
- Depresión.
- Pensamientos suicidas.
- Aislamiento de la familia, los compañeros y la comunidad.
- Renuencia para salir de casa.
Opciones de tratamiento para la fobia social
La recuperación de la fobia social es posible con el tratamiento adecuado. Dependiendo del individuo, las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Terapia cognitiva conductual (TCC).
- Técnicas de manejo de la ansiedad.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
- Medicación.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La terapia cognitiva conductual tiene como objetivo ayudar a las personas a cambiar su forma de pensar, sentir y comportarse en situaciones sociales. Estas técnicas pueden ayudar a las personas a enfrentar sus miedos. Con el tiempo, la gente se da cuenta de que es poco probable que otros los juzguen severamente, e incluso si sucede, se dan cuenta de que no es una tragedia importante. También aprenderán que pueden ejercer cierto control y elección sobre sus pensamientos y sentimientos.
El tratamiento con TCC puede incluir:
- Educación sobre la naturaleza de la ansiedad social.
- Desafiar y cambiar pensamientos y creencias falsos o distorsionados.
- Exposición gradual a situaciones temidas.
- Entrenamiento de atención.
Técnicas de manejo de la ansiedad
El entrenamiento de relajación y las técnicas de respiración pueden ayudar a una persona a controlar sus síntomas de ansiedad. Algunos síntomas de ansiedad física pueden desencadenarse por hiperventilación (respiración excesiva). Respirar lenta y profundamente desde el abdomen, en lugar de respiraciones rápidas y superficiales desde el pecho, puede reducir los sentimientos de ansiedad.
Las técnicas de relajación incluyen:
- Relajación muscular progresiva.
- Atención plena.
- Meditación.
- Visualización.
- Ejercicios de relajación isométrica.
Entrenamiento de habilidades sociales
Algunas personas que han sufrido fobia social durante muchos años pueden desarrollar hábitos que les dificultan dar pasos hacia la recuperación. Por ejemplo:
- Le resulta difícil establecer o mantener contacto visual.
- Usa un discurso suave o vacilante.
- Muestra lenguaje corporal cerrado.
- Tiene expresiones faciales rígidas.
- Necesita un gran espacio personal.
- Tiene dificultad para escuchar o mantener una conversación.
Los métodos de entrenamiento en habilidades sociales incluyen modelar el comportamiento apropiado, jugar roles y luego practicar en situaciones de la vida real.
Medicación
Algunos medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, pueden ayudar si la persona también sufre depresión. A corto plazo, se pueden usar medicamentos como los betabloqueantes para ayudar a controlar algunos de los síntomas de ansiedad.
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