Atrofia multisistémica (AMS)
La atrofia multisistémica es un trastorno raro del sistema nervioso en el que las células nerviosas en varias partes del cerebro se deterioran con el tiempo.
Esto causa problemas con el equilibrio, el movimiento y el sistema nervioso autónomo, que controla varias funciones automáticas del cuerpo, como la respiración y el control de la vejiga.
Síntomas de atrofia multisistémica
Los síntomas generalmente comienzan cuando alguien tiene entre 50 y 60 años de edad, pero pueden aparecer en cualquier momento después de los 30.
Los síntomas son muy variados e incluyen problemas de control muscular, similares a los de la enfermedad de Parkinson.
Se pueden afectar muchas funciones diferentes del cuerpo, incluido el sistema urinario, el control de la presión arterial y el movimiento muscular.
Aunque hay muchos síntomas diferentes posibles de atrofia de múltiples sistemas, no todos los afectados los tendrán todos.
Problemas de vejiga
Los hombres y mujeres con atrofia multisistémica por lo general tendrán uno o más de los siguientes síntomas de vejiga:
- Necesidad de orinar constantemente.
- Pérdida del control de la vejiga.
- No poder vaciar la vejiga correctamente.
- Ser incapaz de orinar.
- Los hombres con atrofia multisistémica generalmente experimentarán disfunción eréctil, aunque este es un problema común que muchos hombres sin la enfermedad desarrollan.
Presión arterial baja al levantarse
Alguien con atrofia multisistémica a menudo se sentirá mareado y decaído después de levantarse. Esto se conoce como hipotensión postural y es causada por una caída en la presión arterial.
Cuando se pone de pie después de haber estado acostado, sus vasos sanguíneos generalmente se estrechan rápidamente y su ritmo cardíaco aumenta ligeramente para evitar que su presión arterial caiga y disminuya el flujo de sangre a su cerebro.
Esta función se realiza automáticamente por el sistema nervioso autónomo; sin embargo, este sistema no funciona correctamente en personas con atrofia múltiple, por lo que se pierde el control.
Problemas con la coordinación, el equilibrio y el habla
En la atrofia de sistemas múltiples, una parte del cerebro llamada cerebelo está dañada. Esto puede hacer que la persona sea torpe e inestable al caminar, y también puede causar dificultad para hablar.
Estos problemas se conocen colectivamente como ataxia cerebelosa.
Lentitud de movimientos y sensación de rigidez
Una persona con atrofia sistémica múltiple tiene movimientos mucho más lentos de lo normal (bradicinesia). Esto puede dificultar la realización de tareas cotidianas. El movimiento es difícil de iniciar, y la persona a menudo tendrá un paso característico, lento y ordenado, con pasos muy pequeños.
Algunas personas también pueden tener músculos rígidos y tensos. Esto puede hacer que sea aún más difícil moverse y causar calambres musculares dolorosos (distonía).
Los síntomas anteriores son típicos de la enfermedad de Parkinson pero, desafortunadamente, el medicamento que se usa para aliviarlos en personas con enfermedad de Parkinson no es muy efectivo para las personas con atrofia sistémica múltiple.
Otros signos y síntomas
Las personas con atrofia multisistémica también pueden tener:
- Dolor de hombro y dolor de cuello.
- Estreñimiento.
- Manos y pies fríos.
- Problemas para controlar la sudoración.
- Debilidad muscular en el cuerpo y las extremidades: puede ser más pronunciada en un brazo o pierna.
- Risa o llanto incontrolable.
- Problemas para dormir: insomnio, ronquidos, piernas inquietas o pesadillas.
- Respiración ruidosa y suspiro involuntario.
- Voz débil.
- Problemas para tragar.
- Visión borrosa.
- Depresión.
- Demencia (aunque esto no es común).
Causas de la atrofia multisistémica
Las causas no se conocen bien.
Parece que no se hereda, no hay evidencia de que los hijos de una persona afectada la desarrollen.
Sin embargo, es posible que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyan, por lo que las investigaciones están analizando si existe una tendencia genética (predisposición) a desarrollarla.
Las células cerebrales de una persona con atrofia multisistémica contienen una proteína llamada alfa-sinucleína. Se cree que una acumulación de alfa-sinucleína anormal es responsable de las áreas dañinas del cerebro que controlan el equilibrio, el movimiento y las funciones autónomas del cuerpo.
Diagnóstico de atrofia multisistémica
No hay una prueba específica para diagnosticarla. Por lo general, se puede hacer un diagnóstico en función de los síntomas, aunque puede confundirse con la enfermedad de Parkinson.
¿Atrofia multisistémica o enfermedad de Parkinson?
Es más probable que una persona tenga atrofia multisistémica en lugar de la enfermedad de Parkinson si:
- Sus síntomas han progresado rápidamente: una persona con la enfermedad de Parkinson se deteriora más lentamente.
- Han experimentado caídas en las primeras etapas de la enfermedad, esto no es un síntoma típico de la enfermedad de Parkinson.
- No responden bien a la terapia con levodopa; que puede mejorar significativamente los síntomas de la enfermedad de Parkinson
- Su habla se ve gravemente afectada, esto no es un síntoma típico de la enfermedad de Parkinson.
- Jadean y respiran ruidosamente, este no es un síntoma típico de la enfermedad de Parkinson.
Pruebas adicionales
Si se sospecha de atrofia, un médico (generalmente un neurólogo) evaluará los reflejos de la persona y las funciones corporales "automáticas", como la función de la vejiga.
A menudo se necesita una exploración del cerebro, generalmente una resonancia magnética, para detectar cualquier pérdida de células cerebrales.
También se pueden llevar a cabo evaluaciones más detalladas de la función autónoma, por ejemplo, registrar los cambios en la presión arterial cuando se está acostado y de pie.
Tratamiento de la atrofia multisistémica
Actualmente no hay cura y no hay manera de ralentizar su progresión.
Las personas con la enfermedad generalmente viven entre seis y nueve años después de que comienzan los síntomas y pueden deteriorarse rápidamente durante este tiempo. Algunas personas pueden vivir más de 10 años después de ser diagnosticadas.
La ayuda y el apoyo están disponibles, y los síntomas se pueden manejar para que la persona sea lo más independiente y cómoda posible.
La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a las personas con atrofia a mantenerse móviles y mantener la aptitud física y la fuerza muscular.
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