El sistema endocrino está formado por glándulas que secretan sustancias químicas llamadas hormonas en el torrente sanguíneo. La glándula maestra es la hipófisis, una estructura del tamaño de un guisante ubicada en la base del cerebro, justo detrás de la nariz.
La pituitaria supervisa las otras glándulas del sistema endocrino y controla los niveles hormonales. Puede provocar un cambio en la producción de hormonas en otro lugar del sistema al liberar sus propias hormonas "estimulantes". La glándula pituitaria también está conectada al sistema nervioso por una parte del cerebro llamada hipotálamo.
Un tumor pituitario (también llamado adenoma) es una masa de células que crecen en la glándula. Algunos tumores liberan hormonas, aunque la mayoría no. En general, los tumores hipofisarios son benignos (no cancerosos) y de crecimiento lento, y los cánceres hipofisarios son poco frecuentes. Los tumores benignos no se propagan a otras partes del cuerpo, por lo que no hay posibilidad de que se desarrollen tumores secundarios. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y medicamentos.
Síntomas de tumores pituitarios
Los síntomas de un tumor hipofisario pueden tener diferentes causas. Si el tumor está liberando una hormona, pueden estar presentes altos niveles de esa hormona en el torrente sanguíneo. Si la función normal de la glándula pituitaria se ha visto afectada, puede haber niveles más bajos de una o más de las hormonas pituitarias.
También podría haber síntomas causados por un crecimiento o "efecto de masa", que resulta en la presión del tumor sobre las estructuras circundantes.
Los síntomas pueden incluir:
- Trastornos visuales, como la pérdida de visión periférica (que le brinda "visión de túnel") o (rara vez) visión doble.
- Pérdida de la libido o disfunción eréctil en hombres.
- Irregularidades del período menstrual en mujeres.
- Cambios en la apariencia.
- Dificultades cognitivas, incluidos problemas con el pensamiento.
- Dolores de cabeza persistentes.
- Náuseas y vómitos.
- Mareo al levantarse.
- Fatiga.
Funciones de la glándula pituitaria
La glándula pituitaria regula muchos procesos corporales importantes mediante la liberación de hormonas en el torrente sanguíneo. Algunas de las hormonas clave incluyen:
- Hormona adrenocorticotrópica (ACTH): estimula las glándulas suprarrenales para producir la hormona cortisol, que es esencial para la vida y ayuda a regular la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre.
- Hormona antidiurética (ADH): ayuda a los riñones a mantener la cantidad correcta de agua en el cuerpo.
- Hormona estimulante del folículo (FSH) y hormona luteinizante (LH): regulan el ciclo menstrual en las mujeres, la producción de esperma en los hombres y los niveles de hormonas s-e-x-u-a-l-e-s en hombres y mujeres.
- Hormona de crecimiento: influye en la altura de una persona, contribuye a la construcción de huesos y músculos e influye en el control de la grasa corporal.
- Oxitocina: participa en el parto y la lactancia. También se cree que esta hormona ayuda a aliviar los efectos físicos del estrés.
- Prolactina: estimula la producción de leche después del parto.
- Hormona estimulante de la tiroides (TSH): estimula la glándula tiroides para que produzca la hormona tiroxina, que regula el gasto de energía.
Tipos de tumores hipofisarios
Aunque se comprenden los efectos de los tumores pituitarios, como muchos tumores, las causas siguen siendo en gran medida desconocidas. Un pequeño porcentaje puede surgir debido a un gen alterado.
Los diferentes tipos de tumor hipofisario incluyen:
- Tumor hipofisario no funcional.
- Tumor productor de ACTH.
- Tumor productor de prolactina (prolactinoma).
- Tumor que produce hormona de crecimiento.
Tumor hipofisario no funcional
Este es el tumor hipofisario más común y no libera hormonas. Los síntomas son causados por una deficiencia en las hormonas pituitarias normales (porque el tumor restringe la función de la glándula normal) o por la presión sobre las estructuras circundantes cerca de la hipófisis.
Algunos de los síntomas de un tumor hipofisario que no funciona incluyen:
- Fatiga general y sensación de malestar.
- Dolores de cabeza persistentes.
- Irregularidades del ciclo menstrual.
- Pérdida de visión periférica.
- Pérdida de libido.
Tumor productor de ACTH
Este tipo de tumor secreta la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), que hace que las glándulas suprarrenales (situadas por encima de los riñones) produzcan cantidades de cortisol superiores a lo normal. Esto causa un trastorno conocido como enfermedad de Cushing.
Demasiado cortisol circulante también puede ocurrir debido a influencias no hipofisarias, incluidos los tumores de la glándula suprarrenal u otros tumores fuera de la hipófisis que producen demasiada ACTH. Estos resultan en un síndrome clínico llamado síndrome de Cushing.
Los síntomas incluyen:
- Acumulación de grasa en la cara (produciendo una apariencia de "cara de luna") más una acumulación de grasa en el abdomen y la parte superior de la espalda
- Desgaste de los músculos de los brazos y las piernas.
- Niveles altos de azúcar en la sangre.
- Una cara enrojecida.
- Presión arterial alta (hipertensión).
- Osteoporosis (adelgazamiento de los huesos).
- Adelgazamiento de la piel y hematomas fáciles.
- Estrías moradas.
Tumor productor de prolactina
Este tipo de tumor libera prolactina, la hormona que aumenta naturalmente durante el embarazo y después del parto para estimular la producción de leche. Una mujer con un tumor productor de prolactina (prolactinoma) puede tener períodos menstruales irregulares o ausentes y sus senos pueden producir leche, incluso si no está embarazada.
Los efectos de este tipo de tumor en los hombres incluyen la pérdida de la libido y la disfunción eréctil.
Tumor que produce hormona de crecimiento
Este tipo de tumor libera la hormona del crecimiento. Demasiada hormona del crecimiento obliga a ciertas estructuras corporales como la cara, las manos y los pies a agrandarse y engrosarse considerablemente. Esta condición se llama acromegalia o gigantismo si ocurre antes de que el crecimiento se detenga durante los años de la adolescencia.
Los cambios cardiovasculares causados por los altos niveles de hormona del crecimiento pueden ser fatales si no se tratan. Esta condición también aumenta el riesgo de pólipos intestinales y cáncer.
Diagnóstico de tumores pituitarios
Un tumor hipofisario se diagnostica mediante una serie de pruebas que incluyen:
- Historial médico.
- Examen físico.
- Análisis de sangre.
- Escaneos de resonancia magnética (MRI).
- Tomografía computarizada (CT).
Tratamiento para tumores hipofisarios
El tratamiento depende del tipo y tamaño del tumor, y la edad y el estado general de salud de la persona. En general, las opciones de tratamiento incluyen:
- Cirugía: se accede a la glándula pituitaria a través de la cavidad nasal y los senos paranasales y no se realizan cortes visibles. El tumor se extrae con un endoscopio o microscopio. En casos raros, el tumor puede tener que extirparse a través del frente del cráneo (craneotomía). La cirugía es el tratamiento de primera línea para todos los tumores, excepto los prolactinomas.
- Radioterapia: ataca y destruye las células tumorales. La radiocirugía es radioterapia focalizada que ha mejorado la precisión y ha minimizado los riesgos de tratar los tumores hipofisarios. La radiocirugía se usa junto con cirugía y medicamentos para controlar el crecimiento de tumores o para detener la actividad de los tumores que liberan hormonas.
- Medicamentos: para reducir el tamaño del tumor y evitar que produzca hormonas. La medicación es la primera línea de tratamiento para el prolactinoma. La terapia de reemplazo hormonal también puede ser necesaria en casos de hipofunción hipofisaria o postoperatoria.
Asesoramiento especializado sobre tumores hipofisarios
Su médico puede derivarlo a un especialista médico como:
- Un endocrinólogo: alguien con experiencia en el manejo de tumores pituitarios. Ellos decidirán sobre las pruebas apropiadas. Si la cirugía es necesaria, lo derivarán a un neurocirujano con un especializado en la cirugía de tumor hipofisario
- Un neurocirujano: la habilidad del neurocirujano (particularmente el que trata los tumores de la hipófisis regularmente) es la variable más importante en una cura, especialmente para los tumores que funcionan (los que producen cantidades excesivas de una hormona).
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