La vida que se abre paso
buscando lugar seguro
descubrí por unos cantos
del gorrión en un arbusto.
Alertado por los trinos
repetidos con denuedo,
pude descubrir el nido
del pájaro con dos huevos.
En la mañana y la tarde
escucho con alegría
ese cantar de la madre
mientras incuba sus crías.
Y así en una jardinera
que apenas flores tenía,
cuando menos te lo esperas,
puede florecer la vida.
José García Velázquez
Segovia, 22 de julio de 2010
Fotos de Puri