Con vuelo majestuoso
la ves remontando altura,
mientras la miras celoso
por lucir su galanura;
serena, domina el cielo
con vistas privilegiadas
y tú la ves desde el suelo
con las alas desplegadas.
¡Qué hermosa ves la cigüeña
volar sobre la ciudad!
¡Qué hermosa su silueta
posada en la Catedral!
José García Velázquez
Segovia, 6 de junio de 2010