Recursos educativos - Poesías para dedicar a una madrina
Esta poesía está dedicada a todas aquellas madrinas que, con su amor, ternura y sabiduría, han dejado una huella imborrable en la vida de sus ahijados. La relación entre una madrina y su ahijado es una de las más especiales que existen, ya que trasciende los lazos de sangre y se convierte en un vínculo de amor y amistad que perdura a lo largo de los años. Esta poesía es un homenaje a todas las madrinas que, con su presencia y su cariño, han hecho de la vida de sus ahijados un camino más dulce y amoroso.
Madrina Querida
Madrina querida, siempre estás presente,
en cada momento de mi vida ausente.
Con tu amor y ternura, me has cobijado,
y en los momentos difíciles me has guiado.
Eres mi guía, mi luz y mi sostén,
mi confidente, mi amiga y mi edén.
Tus palabras son un bálsamo para mi alma,
y en cada abrazo siento tu calma.
Gracias por ser mi madrina,
por ser mi compañera en la vida,
por enseñarme el valor del amor,
y por ser mi ángel protector.
Madrina querida, siempre te recordaré,
tu amor y cariño nunca olvidaré.
Eres una parte fundamental de mi ser,
y por siempre en mi corazón estarás, mi querida mujer.
En conclusión, esta poesía es una muestra de agradecimiento y amor hacia todas las madrinas que han dejado una huella imborrable en la vida de sus ahijados. Su amor incondicional, su sabiduría y su cariño son un regalo precioso que perdura a lo largo del tiempo, y que nos acompaña en cada paso que damos. Por eso, es importante reconocer y valorar el papel fundamental que tienen las madrinas en nuestras vidas, y agradecerles por ser esa guía amorosa que nos ayuda a crecer y a ser mejores personas. Gracias, madrinas queridas, por ser esa luz que ilumina nuestro camino y por hacer de nuestra vida un camino lleno de amor y alegría.