Recursos Educativos - Poesías Infantiles
Bill el Pecas
Soy Cheriff de Pecas City
y estoy sólo en mi oficina
por si viene algún bandido
y se arma la tremolina.
Soy un agente muy serio
con los modales muy finos,
los buenos son mis amigos
y a los malos doy castigo.
Rin… rin… suena el aparato…
¿Qué dice usted que pasó?
¿Asaltó la diligencia
el malvado Barrigón?
Voy enseguida corriendo…
¡Al cinturón mis pistolas!
¡mi estrella que no se olvide,
y nos veremos a solas!
¡Cómo pesque a ese sujeto
yo le daré un coscorrón!
¡Corre, corre caballito…
lo atraparemos tú y yo.
¡No me asustan los bandidos
por que soy como un ciclón,
corre, corre caballito
que no se escape el ladrón!
Ya veo la diligencia
en peligro está una niña
¡Alto! ¡Arriba las manos
o verás mi puntería…!
Con mis balines de corcho
pronto acabaré contigo
y a la prisión de este pueblo
te llevaré por bandido.
A la cárcel de cabeza
¡No te escaparás bandido,
tira las armas al suelo
que te llevo detenido…!
Anda deprisa bribón
y con las manos en alto
te aseguro gordinflón
que ya no harás otro asalto.
¡Viva, viva Pecas Bill…!
Grita el pueblo entusiasmado.
¡Es un héroe de primera,
al ladrón ha capturado…!
Dice Pequitas humilde
¡Pero si es cosa sencilla,
esta ciudad sin bandidos
siempre fue una maravilla!
Y la niña emocionada
contenta y agradecida
se acerca a Pequitas Bill
con su carita encendida.
Le dice: no tengo plata
para pagarte el favor
y te beso la mejilla
como premio a tu valor.
Enviado por Inés, educadora infantil, desde Las Palmas de Gran Canaria.