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Textos para dictados 6º de primaria
21 - El gofio -harina de cereales tostados- es una de las herencias que Canarias conserva de sus antiguos pobladores. La colonización de las Islas y el descubrimiento de América aportaron nuevos ingredientes enriqueciendo un producto que llegó hasta nuestros días convertido en la base alimenticia de los canarios. Así, hoy el gofio se puede hacer de cebada -como los aborígenes- trigo, millo (maíz), centeno o bien de una mezcla de ellos. Irremediablemente unido a las comidas típicas, se consume preferentemente espolvoreado sobre leche, potajes o frutas, escaldado -mezclado con caldos-, amasados con agua o aceite y endulzado con frutos secos, miel o azúcar, y a toda hora del día. Inseparable compañero del pueblo canario, ha viajado con él en sus migraciones. Así llegó a América Latina, donde se ha incorporado a su cocina, sobre todo en países como Venezuela y Uruguay. También contribuyeron a expandirlo por Brasil los marineros portugueses, que se avituallaban en Canarias para sus travesías oceánicas. Del mismo modo, lo introdujeron en Cabo Verde o en Senegal, e integra hoy la dieta del pueblo saharaui, que lo conoció durante su etapa de colonia. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Gofio canario -denominación concedida en 1994- se encarga de velar por la pureza y calidad del alimento, en cuyo carácter natural reside su futuro.
22 - En Lanzarote, la más oriental de las Islas Canarias, descubrirás todo el exotismo de los más sorprendentes parajes volcánicos, donde la mano del hombre ha sabido conjugar arte y naturaleza creando espacios de gran belleza y espectacularidad. En muchos de ellos, César Manrique, su artista más universal, dejó una imborrable huella convirtiendo desiertos de lava en auténticos oasis levantados a golpe de roca, agua y vegetación tropical. Prueba de ello son los Jameos del Agua, un intrincado laberinto de cuevas y tubos volcánicos; un verdadero paraíso para los sentidos, donde hay lugar para el ocio y la cultura. Allí podrás disfrutar de música en vivo y danza, en un entorno que es en sí mismo todo un espectáculo.
23 - La Gomera es naturaleza en estado puro: frondosos bosques, abruptos barrancos, acantilados de formas imposibles y pueblos que conservan sus tradiciones más ancestrales para ofrecerte unas vacaciones diferentes. Isla de senderos, caseríos y lugares recónditos de incalculable valor ecológico, La Gomera pone a tu alcance todo el encanto de una tierra acogedora en la que podrás vivir tu mejor experiencia de turismo rural. Íntimamente ligada al descubrimiento de América y los viajes colombinos, la Isla te aguarda con rincones cargados de historia, como la Torre del Conde, pero, sobre todo, con tesoros naturales que no olvidarás.
24 - La cocina canaria puede ser considerada como la más original y cosmopolita de España, pues junto a los platos de evidente inspiración peninsular, presenta recetas que muy bien pudieran ser consideradas latinoamericanas o africanas. Debido a su clima privilegiado, la riqueza de frutos de su tierra y las ricas costas con abundante pesca, la cocina canaria se presenta suculenta y ligera al mismo tiempo.
Entre sus recetas más famosas, por la genialidad de su simpleza, encontramos las papas arrugadas, patatas cocidas con piel en abundante agua muy salada, por lo que su piel adquiere el efecto al que el nombre alude. Se sirven con mojo picón, salsa picante a base de aceite, ajo, guindilla y pimentón. Algo tan simple que ha alcanzado el grado de maestría.
25 - La tradición canaria cuenta también con numerosos guisos de legumbres, como garbanzos y judías, siendo el más famosos el potaje de berros. Entre sus deliciosos quesos destacan los de El Hierro, y Fuerteventura o los ahumados de la Palma, junto al de Flor de Guía, deGran Canaria.
Los fantásticos frutos exóticos que crecen en las islas entran naturalmente a formar parte de numerosos postres deliciosos, como es el caso del plátano, abundante en las islas, que tiene un sabor exquisito. Los canarios defienden, que el plátano que se consume en el resto de Europa, no tiene el sabor del de las islas, y llevan razón, pues este fruto cogido maduro y consumido más fresco tiene un sabor tan intenso y delicioso que es incomparable. Entre estas recetas originales destacan las de los plátanos fritos.
26 - Esa fila de puntitos negros y movedizos son hormigas. Son muy trabajadoras. Tienen que aprovechar el verano y recoger alimentos para los días tan oscuros del invierno. En verano recogen toda la comida que pueden y la meten en su nido.
27 - El viejo tren está ahora en un museo. Una sala espaciosa, caliente, limpia, cuidada. Ya no sale a trabajar, ya ha terminado el periodo de fiestas. Ahora está ahí quietecito esperando que llegue el atardecer, porque en esos momentos vienen sus amigos a visitarle. Primero, un rayito de sol entre las ventanas, la caricia del viento, el jilguero, la golondrina, que hace su nido en un hueco del alero del tejado.
28 - Cada año vamos de vacaciones al pueblo de nuestros abuelos. El tío Pedro y la tía Regla son veterinarios y cuidan de los animales del pueblo. Miguel es mi primo y tiene nueve años. A veces nos hacemos pasar por hermanos.
A Miguel le gusta coleccionar animales vivos. Cada día les da de comer. Tiene dos
lagartos con las colas verdes; tres saltamontes que comen lechugas; un sapo que solo croa por la noche y dos perritos que no paran de jugar.
Isabel, su hermana mayor, le ayuda a cuidarlos. Cuando voy con ellos nos acompaña Felisa, una vaca lechera que nació el mismo día que Isabel. Ahora son inseparables y se quieren muchísimo.
29 - Ayer fuimos de excursión toda la familia en el coche de papá. Cuando nos bajamos caminamos mucho rato por el bosque hasta llegar a un lugar donde nos paramos para comer porque los más pequeños ya estábamos cansados.
Mi tío Pedro nos subió a los tres encima de la vaca Felisa, que caminaba orgullosa y
satisfecha por el bosque. Finalmente llegamos a un prado que hay junto a un arroyo y
acampamos allí. Mientras los mayores preparaban la comida y Felisa comía hierba fresca, nosotros cruzamos el arroyo saltando de piedra en piedra.
El camino de vuelta se hizo más corto porque Felisa nos llevó en su lomo hasta llegar
al coche de nuevo. Cuando llegamos a casa de los abuelos nos duchamos y les contamos todas las cosas que habíamos hecho.