La crema de día es un paso esencial en el proceso de belleza. Proporciona a la piel la hidratación que necesita para hacer frente a las agresiones que encuentra a lo largo del día. Y la mayoría de las veces, este tipo de producto tiene propiedades adicionales.
El problema es que hay tantas cremas de día en el mercado de la belleza que a veces es difícil saber cuál elegir. ¿Qué criterios hay que tener en cuenta? Tipo y estado de la piel, necesidades específicas, entorno, formulación... En este artículo te damos las claves para encontrar tu crema de día ideal.
Paso 1: Averigua tu tipo de piel
Hay diferentes tipos de piel y es importante conocer tu tipo de piel para hacer la mejor elección. Entonces, ¿normal, mixta, grasa, seca? Si no estás seguro, aquí tienes algunas pautas que te ayudarán a decidir.
Piel normal
Se dice que la piel es normal cuando no tiene problemas particulares (imperfecciones, brillo, tirantez, etc.). Es cómodo y no requiere ningún cuidado específico; una ligera dosis de hidratación es más que suficiente.
Pieles mixtas
Es un tipo de piel que combina zonas grasas y secas en el mismo rostro. La mayoría de las veces, los brillos y las manchas se concentran en la zona T (frente, nariz, barbilla) y la sequedad en las mejillas. Por lo tanto, las pieles mixtas necesitan una crema de día capaz de responder a sus diferentes necesidades para reequilibrarlas.
Pieles grasas
Fácilmente reconocible, la piel grasa se caracteriza por un exceso de sebo globalizado. Muy propensa a las imperfecciones (puntos negros, granos, poros dilatados, etc.), el hecho de que sea naturalmente brillante no significa que pueda prescindir de una crema de día. De hecho, al igual que otros tipos de piel, este tipo de piel necesita hidratación, sólo hay que elegir un producto adaptado a las pieles grasas o con tendencia al acné, con una formulación ligera, no comedogénica y, por qué no, incluso matificante.
Pieles secas
Está tensa, pica, se irrita y se pela fácilmente, etc. La piel seca es fina y necesita confort. Para darle la dosis intensa de hidratación que necesita, nada mejor que recurrir a una crema de día especialmente diseñada para cuidar la piel seca, es decir: un producto enriquecido con agentes hidratantes.
Paso 2: Identificar el estado de tu piel
Más allá de la naturaleza de la piel, también es importante determinar el estado de la misma. Conocerla nos permite dirigirnos a las necesidades específicas de la piel con la mayor precisión posible. A continuación, te presentamos las diferentes afecciones cutáneas que existen y algunos indicios que te ayudarán a identificar la tuya:
Pieles sensibles
¿Tu piel es propensa a las alergias y tiende a reaccionar y enrojecerse con facilidad? Esta hipersensibilidad significa ciertamente que es sensible, una condición que suele ser específica de la piel seca. Más reactiva de lo normal, este tipo de piel tiene dificultades para crear una verdadera barrera protectora, capaz de defenderla de las agresiones externas. Por lo tanto, necesita confort, que le proporcionará una crema de día hipoalergénica con ingredientes activos que no sólo son nutritivos sino también calmantes.
Piel deshidratada
Independientemente de tu tipo de piel, puedes ser propensa a la deshidratación cutánea. ¿Notas una pérdida de luminosidad y confort? Estos son los signos que pueden indicarlo. No te preocupes: esta condición es generalmente temporal y puede estar relacionada con varios factores (fatiga, frío, contaminación, etc.). Para contrarrestar esta falta de hidratación, lo mejor es utilizar una crema de día enriquecida con agentes especialmente hidratantes, como el ácido hialurónico.
Pieles maduras
A los 20 años, la piel no tiene las mismas necesidades que a los 50. Con la edad, se vuelve más fina, más seca, más profunda, más arrugada y, por tanto, necesita cuidados especiales. Buenas noticias: ¡no faltan cremas de día antiedad en el mercado de la belleza! Repletas de principios activos hidratantes, reafirmantes y tonificantes, y con una textura rica, proporcionan a la piel una hidratación óptima. Gracias a su uso, la tez se unifica y la piel se vuelve flexible.
Paso 3: Tener en cuenta el entorno
Tanto si vives junto al mar, en la montaña o en la ciudad, las necesidades de tu piel no son las mismas, sobre todo en lo que respecta a la hidratación. Si tu entorno suele ser cálido y soleado, te recomendamos una crema de día con factor de protección UV.
¿Tu entorno es frío y/o ventoso? Entonces tu piel necesita aún más hidratación. Necesita una crema de día con una textura rica y reconfortante para compensar la pérdida de agua. ¿Vives en la ciudad? Eso significa que tu piel está expuesta a la contaminación todos los días. Entonces necesitarás un producto de cuidado de la piel anticontaminante. Como puedes ver, hay un amplio abanico de posibilidades. Cada piel tiene su propia crema de día ideal.
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