Fudge de chocolate y pistacho

Cómo hacer Fudge de Chocolate y Pistacho: Receta Fácil y Deliciosa

¿Te apetece un dulce casero que sea fácil de preparar, delicioso y que además tenga un toque gourmet? 🤤 ¡Entonces esta receta de Fudge de chocolate y pistacho es para ti! Perfecta para esos momentos en los que quieres sorprender a tus invitados o simplemente darte un capricho, este fudge combina la intensidad del chocolate negro con el toque crujiente y ligeramente salado de los pistachos. Y lo mejor de todo: ¡es facilísimo de hacer!

Ingredientes para el Fudge de Chocolate y Pistacho

Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. Aquí te dejo la lista de lo que vas a necesitar:

  • 350 gramos de chocolate negro, al menos 70% de cacao, picado 🍫
  • 1 lata de leche condensada de 397 gramos
  • 30 gramos de mantequilla
  • Pizca de sal
  • 150 gramos de pistachos sin sal, sin cáscaras 🥜

Consejos para Elegir los Ingredientes

Para que tu fudge sea todo un éxito, es importante elegir bien los ingredientes:

  1. Chocolate negro: Opta por un chocolate con un alto porcentaje de cacao (al menos 70%). Esto le dará un sabor más intenso y menos dulce, que contrasta perfectamente con la cremosidad de la leche condensada.
  2. Pistachos: Usa pistachos sin sal y sin cáscara. Si puedes, elige los de mejor calidad, ya que aportarán un sabor más auténtico y natural.
  3. Leche condensada: Asegúrate de que sea leche condensada y no leche evaporada. La leche condensada tiene un contenido alto en azúcar que es clave para la textura del fudge.

Pasos para Preparar el Fudge de Chocolate y Pistacho

¡Manos a la obra! Sigue estos pasos para preparar un fudge irresistible.

1. Derrite el Chocolate

Primero, coloca el chocolate picado, la leche condensada, la mantequilla y la pizca de sal en una sartén de base pesada. Es importante que el fuego esté bajo para evitar que el chocolate se queme. Remueve constantemente la mezcla con una espátula hasta que el chocolate se derrita por completo y todos los ingredientes estén bien integrados. La mezcla debe quedar suave y sedosa, sin grumos.

Consejo: Si prefieres, puedes derretir el chocolate al baño maría para un control aún mayor de la temperatura. Así evitarás cualquier riesgo de que se queme.

2. Prepara los Pistachos

Mientras el chocolate se derrite, coloca los pistachos en una bolsa para congelar. Cierra la bolsa y golpea suavemente con un rodillo hasta que los pistachos se rompan en trozos irregulares. No te preocupes si algunos pedazos quedan más grandes que otros; esta variedad de texturas es lo que hará que el fudge sea más interesante al morderlo.

3. Mezcla los Pistachos con el Chocolate

Una vez que el chocolate esté completamente derretido y bien mezclado con la leche condensada y la mantequilla, retira la sartén del fuego. Añade los pistachos troceados a la mezcla y remueve bien hasta que los pistachos estén distribuidos uniformemente por todo el chocolate.

4. Vierte la Mezcla en un Molde

Ahora, vierte la mezcla de chocolate y pistacho en un molde cuadrado de 23 cm. Para evitar que el fudge se pegue al molde, puedes forrarlo con papel de horno o engrasarlo ligeramente con mantequilla. Usa una espátula húmeda para alisar la superficie del fudge, asegurándote de que quede lo más uniforme posible.

5. Enfría y Refrigera

Deja que el fudge se enfríe a temperatura ambiente durante unos 30 minutos. Luego, colócalo en el refrigerador y déjalo reposar al menos 2 horas o hasta que esté completamente firme. Este paso es crucial para que el fudge tenga la textura adecuada.

6. Corta y Disfruta

Una vez que el fudge esté firme, sácalo del refrigerador y córtalo en trozos pequeños de aproximadamente 3 cm x 2 cm. Puedes hacer 64 porciones cortando 7 líneas horizontales y 7 líneas verticales. Aunque parecen pequeñas, estas porciones son ideales ya que el fudge es un dulce bastante intenso y cremoso.

Consejo: Usa un cuchillo afilado y pásalo por agua caliente antes de cada corte para obtener líneas más limpias y precisas.

7. Conserva el Fudge

El fudge se puede conservar perfectamente en el congelador. Una ventaja adicional es que no es necesario descongelarlo antes de comerlo; puedes disfrutarlo directamente al sacarlo del congelador, ya que se mantiene suave y delicioso.

Personaliza tu Fudge

Una de las mejores cosas del fudge es que es altamente personalizable. Aquí te dejo algunas ideas para que puedas darle tu toque personal:

  • Añade frutas secas: Puedes agregar pasas, arándanos secos o trozos de albaricoque para darle un toque afrutado.
  • Cambia el tipo de chocolate: Si prefieres un sabor más suave, puedes usar chocolate con leche en lugar de chocolate negro. O, si eres fan del chocolate blanco, ¡pruébalo también!
  • Especias: Dale un toque especial añadiendo un poco de canela, cardamomo o incluso un toque de pimienta cayena para los más atrevidos.

Trucos y Consejos para un Fudge Perfecto

Controla la Temperatura

El chocolate es un ingrediente delicado, y la clave para un fudge perfecto es derretirlo a fuego lento. Si el fuego está demasiado alto, el chocolate puede quemarse, arruinando la receta. Ten paciencia y remueve constantemente para asegurarte de que se derrita de manera uniforme.

No te Saltes el Enfriado

Es tentador cortar el fudge tan pronto como lo sacas del refrigerador, pero es importante dejar que se enfríe completamente antes de cortarlo. Esto no solo facilita el corte, sino que también mejora la textura del fudge.

¿Te Quedó Muy Duro o Muy Blando?

Si el fudge quedó demasiado duro, es posible que se haya sobrecalentado el chocolate o que haya estado demasiado tiempo en el refrigerador. Si quedó demasiado blando, quizás necesite más tiempo de refrigeración. No te desanimes; como todo en la cocina, la práctica hace al maestro.