Por lo general el recién nacido pasa mucho tiempo durmiendo. Después de nacer, el bebé suele tener un periodo de alerta en el que permanece de una a dos horas despierto, entrando después en un sueño tranquilo.
Casi todos los recién nacidos duermen entre 14 y 18 horas diarias y permanecen despiertos unos 30 minutos cada cierto tiempo.
En el primer mes un bebé sigue durmiendo unas 14 horas diarias y ya entrando en el segundo mes se pueden observar tres o cuatros siestas durante el día y unas cinco o seis horas seguidas de sueño durante la noche. Aunque depende de cada bebé, unos duermen más y otros menos.
El sueño tiene dos etapas: activo y tranquilo. En la fase REM, que es en la que se sueña, el bebé puede ser despertado con facilidad. El sueño es ligero y los bebés se mueven, se dan la vuelta, hacen gestos, se sobresaltan, etc. En los primeros meses de vida los periodos de sueño del bebé son más bien de este tipo, es decir, Activo.
En la fase no REM, el sueño es profundo o tranquilo y los bebés van teniendo este tipo de sueño según van madurando.
Sobre los seis meses, los bebés duermen algunas siestas durante el día. Y por la noche pueden llegar a dormir de 6 a 8 horas sin interrupción. Por supuesto todo depende de cada bebé. Un bebé será capaz de dormir la noche entera, cuando ya no necesite comer durante la noche y en caso de despertarse será capaz de dormirse él solo. Además hay que tener en cuenta que los primeros años, serán muchas las noches en la que el niño no dormirá bien por diferentes motivos, salida de dientes, pesadillas, enfermedades, etc.
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