Los bebés alimentados con biberón pueden ingerir millones de partículas microplásticas al día: Estudio
Se ha vuelto más común que nunca que los padres preparen la fórmula para su hijo usando biberones de plástico.
Mientras se destaca la abundancia de plástico utilizado en los productos alimenticios, una nueva investigación realizada el lunes (19 de octubre de 2020) ha encontrado que los bebés alimentados con biberón pueden ingerir millones de partículas de microplástico al día.
Debido al uso biberones de polipropileno (PP), el material más utilizado para los alimentos envasados, los investigadores tratan de averiguar si la exposición a los microplásticos a esos niveles supone un riesgo para la salud de los niños.
La tasa de liberación de microplásticos en 10 tipos diferentes de biberones o accesorios se registró en una investigación publicada en la revista Nature Food.
También siguieron las directrices oficiales de la Organización Mundial de la Salud para la esterilización de los biberones de plástico y la preparación de la leche maternizada.
La esterilización de los biberones y las altas temperaturas del agua afectan más a la liberación de microplásticos.
El estudio encontró que el agua caliente, junto con el sacudimiento de la botella produjo una gran cantidad de microplásticos.
Teniendo en cuenta los datos experimentales y basándose en las tasas medias nacionales de lactancia materna, los científicos estimaron que el bebé promedio alimentado con biberón podría estar ingiriendo 1,6 millones de micropartículas de plástico al día durante su primer año de vida cuando se alimentaba con biberones de plástico.
Esta cifra es una diferencia considerable en comparación con lo que los adultos podrían ingerir.
Un estudio realizado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud estimó que los adultos consumirían entre 300 y 600 micropartículas de plástico al día.
Los autores de la investigación afirmaron que la esterilización de estos biberones de polipropileno y la exposición al agua a alta temperatura tuvieron el mayor efecto sobre la liberación de microplásticos.
Aunque ya se sabe que los microplásticos en el medio ambiente pueden contaminar la comida y la bebida humanas, el estudio muestra que la preparación de alimentos en recipientes de plástico puede llevar a una exposición significativa de microplásticos a un nivel miles de veces mayor.
Aunque muchas de las partículas de microplástico se excretarán, todavía no se ha establecido la cantidad que podría entrar en el torrente sanguíneo y viajar al resto del cuerpo.
El estudio tiene como objetivo destacar los problemas potenciales que disuaden del uso de biberones de plástico.
Esto deja a los científicos preocupados por la forma en que los microplásticos pueden transportar patógenos o sustancias químicas tóxicas al cuerpo, y por el hecho de que esta cuestión es especialmente apremiante para los bebés.
Los científicos dicen que se desconocen las implicaciones para la salud y que los efectos en la salud de los bebés requieren una mayor investigación.
En última instancia, el objetivo del estudio, según los autores, no es disuadir a los padres de usar biberones de leche, sino poner de relieve los problemas potenciales que vienen con la exposición a estos microplásticos de los biberones.
El profesor Oliver Jones, de la Universidad RMIT de Melbourne, Australia, señala que los niveles de exposición de los bebés eran estimaciones y no mediciones. "No queremos que los padres se sientan mal por el uso de biberones de plástico. Sin embargo, este estudio ilustra que el problema de los microplásticos es probablemente mucho más grande de lo que pensamos y algo con lo que tenemos que empezar a lidiar realmente".
Directrices de esterilización de botellas para reducir la exposición a los microplásticos 🍼
Sin embargo, según los científicos, hay formas de reducir los microplásticos producidos durante la preparación habitual de la leche de fórmula.
Implica un paso adicional de lavado enjuagando los biberones con agua fría esterilizada. Del mismo modo, la leche de fórmula se prepara en un recipiente no plástico, luego se enfría y se vierte en el biberón limpio.
Otras soluciones son el uso de biberones de vidrio, aunque son más pesadas para los bebés y corren el riesgo de romperse, y el desarrollo de revestimientos para evitar que los plásticos desprendan partículas.
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