Los pañales que moja y mancha un bebé amamantado son excelentes indicadores de si está ingiriendo los nutrientes que necesita. Puesto que el calostro (la primera leche que produce la madre tras el parto) es muy concentrado, es posible que su recién nacido solamente moje uno o dos pañales en las primeras 24 horas de vida.
Las deposiciones de los recién nacidos son espesas y oscuras al principio, pero adquieren una tonalidad amarilla verdosa cuando la madre empieza a producir leche, lo que suele ocurrir tres ó cuatro días después de dar a luz. Cuanta más leche ingiera el bebé, más pañales manchará, aunque es posible que solamente haga una deposición al día durante los primeros días de vida.
A partir del tercer o cuarto día, debes prestar atención a lo siguiente:
El bebé debería mojar seis o más pañales al día, con una orina transparente o muy clara. Si moja menos pañales u orina más oscuro es posible que no esté ingiriendo suficiente líquido.
El bebé debería hacer cuatro o más deposiciones amarillentas y granuladas (como si contuvieran semillas), por lo general, una después de cada toma. No obstante, cuando tienen aproximadamente un mes, los bebés alimentados con leche materna empiezan a hacer menos deposiciones y muchos pueden pasarse varios días sin defecar.