Amamantar al bebé para ayudarlo a conciliar el sueño puede convertirse en un problema conforme el bebé se vaya haciendo mayor porque podría necesitar mamar para hacer la siesta o dormirse por las noches. Deberías procurar que tu pequeño deje de mamar para tranquilizarse y pase a concebir las sesiones de lactancia como oportunidades para alimentarse.
Prueba a acostar al bebé, tanto durante las siestas diurnas como por la noche antes de que haya conciliado completamente el sueño para que se acostumbre a conciliarlo sin tener que mamar.
Puedes plantearte la posibilidad de darle un chupete si es necesario. De hecho, actualmente investigaciones recomiendan ofrecer chupetes a los bebés de menos de un año a la hora de las siestas y por la noche para reducir el riesgo de SMSL. De todos modos, a aquellos bebés que no muestran ningún interés por los chupetes no se les debe forzar para que los usen y, si el chupete se les cae de la boca cuando concilian el sueño, no se les debe volvería a meter en la boca.
En los bebés amamantados, los chupetes se deben introducir después de que la lactancia esté bien establecida (por lo general, después del primer mes) para evitar la "confusión tetina-pezón".
Si tu bebé ha mamado bien hace poco y sabes que el pequeño no tiene hambre, no hay ningún problema en que le ofrezcas un chupete, aunque es mejor limitar su uso a las siestas y la hora de acostarlo por la noche.