No hay razones que justifiquen el “comer por dos”. Tu dieta debe ser variada y sana conteniendo leche y derivados, frutas frescas, verduras, cereales, legumbres, carne, pescado y abundantes líquidos.
Guíate por tu hambre y por tu sed. Durante la lactancia “quemas más” lo que contribuye a recuperar antes tu peso habitual.
Se sabe que casi todos los alimentos pueden modificar el sabor de la leche, pero al contrario de ser perjudicial es bueno porque así el bebé se acostumbra a nuevos sabores y cuando tenga que tomarlos no le resultarán “desconocidos”. Por tanto, salvo aquellos alimentos que te puedan sentar mal a ti no prescindas de aquello que te gusta y es sano. Deben evitarse o consumirse con moderación bebidas excitantes como el café, el té o bebidas de cola.
En cuanto a suplementos alimenticios, si llevas una dieta sana y equilibrada ésa es la mejor vitamina que le puedes dar a tu hija o hijo a través del pecho y no necesitas tomar “pastillas” de calcio o de vitaminas y/o minerales. Si tienes dudas háblalo con la o el pediatra o matrona.
Recomendaciones nutricionales
- margarina, mantequilla y bollería - consumo ocasional
- dulces, pasteles, snacks dulces y salados, refrescos - consumo ocasional
- embutidos y carnes muy grasas - consumo ocasional
- legumbres (lentejas,...) 2-3 raciones/semana
- pescados o carnes magras o aves - 1 ración/día (alternar consumo)
- frutos secos: 3-4 raciones/semana
- huevos: 3-4 unidades/semana
- leche, queso, yogur y queso fresco - 4 raciones/día
- verduras (lechuga, tomates,...) 2 ó más raciones/día
- frutas (naranja, uva,...) 3 ó más raciones/día
- patatas, arroz, pan, pasta, cereales – 4/6 raciones/día
- agua de bebida – 4/8 raciones/día
Fuente: LaRiojaSalud