¿Qué edad es la apropiada para usar el móvil?
Es difícil determinar la edad en la que deberías darle un teléfono a tu hijo. Si bien esta herramienta tiene sus ventajas, también implica riesgos. ¿En qué deberías basar tu decisión?
¿tu hijo te está pidiendo un teléfono inteligente? La idea es tentadora. Crees que le darás más autonomía, lo harás más responsable, y al mismo tiempo podrás contactar con él en cualquier momento. Pero también significa poner en sus manos el acceso a Internet, dándole la posibilidad de comunicarse con diferentes personas... Pero entonces, ¿cuándo es el momento adecuado para darle tal dispositivo? De hecho, según una encuesta realizada en julio de 2019, el 45% de los padres encuestados compraron un smartphone para su hijo antes de que cumpliera 18 años, incluyendo el 27% entre los 11 y 15 años y el 4% entre los 5 y 10 años.
Introduciendo pantallas gradualmente
La cuestión de la edad importa en esta elección. Antes de los 3 años, nada de pantallas. Entre los 3 y los 8 años, puedes prestarle ocasionalmente a tu hijo una tableta mientras está a tu lado, dejarle ver la televisión o mostrarle un juego en tu smartphone. Pero no todos los días y siempre que no interfiera con la actividad física, el juego o las tareas escolares.
Los niños deben ser educados para usar estas nuevas tecnologías con moderación. Se recomienda limitar el uso de las pantallas, en conjunto, a un máximo de 30 minutos al día. Después de los 8 años, puede ampliarse a 1 hora por día, de nuevo para todas las pantallas. Y siempre con la condición de que esto no vaya en detrimento de otros deportes o actividades escolares.
La regla "3-6-9-12"
Un punto de vista que está en línea con la regla "3-6-9-12". De acuerdo con esta regla, se establecen reglas claras sobre el tiempo de pantalla a partir de los 3 años de edad. Su uso está reservado a las zonas comunes y prohibido durante las comidas y antes de acostarse. Entre los 6 y 9 años, continuamos el diálogo para saber qué hace y ve el niño en estas pantallas. Se les hace conscientes del derecho a la privacidad y el derecho a la imagen en Internet. Todos estos preámbulos son necesarios para poder considerar algún día la posibilidad de confiarles una herramienta como un teléfono inteligente equipado con una pantalla y una conexión a Internet.
Es entre los 9 y 12 años que se determina con el niño la edad en la que podrá tener su teléfono móvil. Después de los 12 años, la regla 3-6-9-12 indica que el niño podrá navegar solo en Internet, respetando los horarios acordados juntos. Por la noche, el wifi se apaga y el teléfono móvil se apaga. El momento en que se tome la decisión de asignar un teléfono móvil, deberá tenerse en cuenta la madurez del niño. Sobre todo, cuando el móvil resulta ser un smartphone.
Uso de móviles una cuestión de madurez
No hay ningún estudio que diga que puedas darle a tu hijo un smartphone a esta o aquella edad. Depende de los padres evaluar la situación y tomarse el tiempo para pensar en ello.
Para medir la madurez de un niño en la posesión de un teléfono inteligente, tenemos en cuenta si ya logra o no respetar las reglas de la casa en lo que respecta a las pantallas de ordenador o la televisión. Es difícil comprar un smartphone o prestarle uno propio si no puede limitarse a una consola de videojuegos, por ejemplo. Si no está listo, aún hay tiempo para que aprenda gradualmente a respetar las reglas. Tienes que ser bastante específico sobre lo que se espera de él.
No te presionas pensando que él será el único sin un teléfono inteligente. Muchos jóvenes están en WhatsApp o Instagram para conectarse con sus amigos, pero esa no es la única forma de socializar. Además, confiar un teléfono inteligente a tu hijo si no está preparado puede ser una fuente de grandes conflictos, que serán perjudiciales para el niño y la relación con él.
En cualquier caso, hay que hablar con él sobre cuándo podrá tener uno o no. El ambiente en casa será malo si no damos una respuesta clara a esta pregunta porque el niño seguirá insistiendo.
Esto tiene en cuenta la madurez del niño y si los padres están dispuestos o no a manejar el conflicto potencial que resultaría de esta decisión.
Un primer paso hacia el teléfono inteligente puede ser darle primero al niño un teléfono móvil básico, sin acceso a Internet, o prestarle tu teléfono. Si todo va bien, puedes probar el smartphone, asegurándote de que siempre se respetan las reglas. Es importante establecer franjas horarias de uso y definir tiempos sin un teléfono inteligente. Ten en cuenta que "las pantallas hacen pantallas en la familia". Este es el mayor riesgo. Si el niño pasa mucho tiempo en su smartphone, viendo videos de youtubers y abandonando las conversaciones familiares, se arriesga a tener a estas personas virtuales como modelo educativo.
Por lo tanto, hay que permanecer vigilantes y abiertos a la comunicación, interesándonos siempre en lo que nuestro hijo hace con su smartphone. De esa manera, pueden hacer un uso razonable de ella.
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