El útero (matriz) es un órgano del sistema reproductor femenino. Tiene forma de pera invertida y se encuentra dentro de la pelvis. El útero, la vejiga y el intestino están sostenidos por unos músculos ubicados entre el coxis y el hueso púbico dentro de la pelvis. Estos músculos se conocen como el suelo pélvico o los músculos elevadores del ano. Los ligamentos y el tejido conectivo también suspenden el útero y los órganos pélvicos en su lugar. Si estos músculos o tejidos conectivos se debilitan o dañan, el útero puede caer hacia la vagina. Esto se conoce como prolapso.
Las causas comunes de prolapso uterino incluyen parto vaginal, obesidad, tos severa, esfuerzo en el baño y cambios hormonales después de la menopausia que pueden dañar las estructuras de soporte de los órganos pélvicos. El tratamiento de primera línea debe incluir ejercicios de fortalecimiento muscular del suelo pélvico, enseñados por un fisioterapeuta.
Se puede insertar un pesario para sostener el útero y reducir los síntomas asociados con el prolapso. Los ejercicios del suelo pélvico siguen siendo útiles cuando hay un pesario en su lugar. La cirugía puede ser necesaria en casos severos.
Síntomas de prolapso del útero
- Sensación de pesadez y presión en la vagina.
- Un bulto dentro de la vagina.
- Un bulto que sobresale de la vagina.
- Relaciones íntimas dolorosas.
Grados de prolapso uterino
El prolapso uterino se describe en etapas, indicando lo avanzado que está. Otros órganos pélvicos (como la vejiga o el intestino) también pueden prolapsarse en la vagina. Las cuatro categorías de prolapso uterino son:
- Etapa I: el útero está en la mitad superior de la vagina.
- Etapa II: el útero ha descendido casi hasta la abertura de la vagina.
- Etapa III: el útero sobresale de la vagina.
- Etapa IV: el útero está completamente fuera de la vagina.
Causas del prolapso uterino
El piso pélvico y los tejidos conectivos de soporte asociados pueden debilitarse o dañarse de muchas maneras, incluyendo:
- Embarazo, especialmente en el caso de partos múltiples (como gemelos o trillizos).
- Parto vaginal, especialmente si el bebé era grande o se dio a luz rápidamente, o si hubo una fase de empuje prolongada.
- Obesidad.
- Esforzarse en el inodoro para evacuar.
- Bajos niveles de la hormona estrógeno después de la menopausia.
- Tos severa asociada con afecciones como bronquitis crónica o asma.
- Fibromas.
- En casos raros, tumor pélvico.
Tratamientos para el prolapso uterino
Los tratamientos para el prolapso uterino incluyen opciones quirúrgicas y no quirúrgicas, cuya elección dependerá de la salud general, la gravedad de la afección y los planes para un futuro embarazo. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Ejercicios del suelo pélvico.
- Pesario vaginal.
- Cirugía vaginal.
Ejercicios del suelo pélvico
El prolapso uterino en etapas I y II, en particular, puede ser ayudado por los ejercicios musculares del suelo pélvico, pero deben realizarse correctamente y practicarse el tiempo suficiente para fortalecer los músculos.
Puedes realizar los ejercicios acostada, sentada o de pie. Idealmente, tres sesiones por día son suficientes.
Antes de comenzar, dirige la atención a los músculos del suelo pélvico. Intenta relajar los músculos abdominales, las nalgas y los músculos de las piernas. No presiones ni aguantes la respiración. Aprieta y levanta la uretra, la vagina y el ano y mantén la tensión durante tres segundos si puedes. Libera por completo. Luego realiza los ejercicios, que incluyen:
Aprieta lentamente y levanta y sostén tan fuerte como puedas durante 5 a 10 segundos mientras respira normalmente. Suelta lentamente. Repite hasta 10 veces. Relájate durante 5 a 10 segundos entre cada uno.
Realiza apretones rápidos, cortos y fuertes. Repite 10 veces.
Recuerda apretar y levantar los músculos cada vez que tosas, estornudes, rías o levantes algo.
Está bien sentir que la parte inferior del abdomen se tensa suavemente mientras sostienes la contracción muscular del suelo pélvico.
Pesario vaginal
Un pesario es un dispositivo flexible que se puede colocar en la vagina para sostener el útero. Existen diferentes formas y tamaños de pesarios, que pueden ser recetados y ajustados por médico.
Los pesarios vaginales pueden ser una forma efectiva de reducir los síntomas de un prolapso, pero no serán apropiados para todas. Junto con los ejercicios del suelo pélvico, pueden proporcionar una solución no quirúrgica para controlar un prolapso uterino.
Cirugía vaginal
En casos moderados a severos, el prolapso puede tener que repararse quirúrgicamente. En la cirugía laparoscópica, los instrumentos se insertan a través del ombligo. El útero se retira a su posición correcta y se vuelve a unir a sus ligamentos de soporte. La operación también se puede realizar con una incisión abdominal.
La cirugía puede fallar y el prolapso puede reaparecer si no se aborda la causa original del prolapso, como la obesidad, la tos o el esfuerzo. Consulta a un fisioterapeuta para obtener ayuda con esto.
Técnicas de prevención
Algunas mujeres tienen un mayor riesgo de prolapso uterino. Las medidas preventivas simples incluyen:
- Embarazo - ejercicios del suelo pélvico durante el embarazo.
- Parto vaginal - ejercicios del suelo pélvico postparto.
- Después de la menopausia: crema de estrógeno para aumentar los niveles hormonales y ejercicios del suelo pélvico.
- Obesidad: pérdida del exceso de grasa abdominal con modificaciones en la dieta y ejercicio regular.
- estreñimiento crónico: es ideal si tiene heces grandes, suaves y formadas. Por lo general, comer muchas frutas, verduras y fibra, y beber mucha agua ayudarán. Evita esforzarte al usar los intestinos. Controla el estreñimiento crónico en consulta con tu médico.
- Otras afecciones: trata los trastornos subyacentes (como el asma y la bronquitis crónica) en consulta con tu médico.
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