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¿Qué es la osteomielitis?

La osteomielitis significa una infección del hueso, que puede ser aguda (de inicio reciente) o crónica (de larga duración). Las bacterias son los agentes infecciosos habituales. Los dos métodos de acceso probable son la infección primaria del torrente sanguíneo (incluida la infección secundaria a través de la sangre después de una infección en otra parte del cuerpo) y una herida o lesión que permite que las bacterias lleguen directamente al hueso. En los adultos, la pelvis y las vértebras espinales son más vulnerables, mientras que las infecciones óseas en los niños tienden a atacar los huesos largos de los brazos y las piernas. Sin tratamiento, la infección y la inflamación bloquean los vasos sanguíneos. La falta de oxígeno y nutrientes hace que el tejido óseo muera, lo que conduce a la osteomielitis crónica. Otras posibles complicaciones incluyen envenenamiento de la sangre y abscesos óseos. Las opciones de tratamiento incluyen antibióticos intravenosos y orales, y drenaje quirúrgico y limpieza del tejido óseo afectado.

Síntomas

Los síntomas de la osteomielitis incluyen:

  • Dolor óseo localizado.
  • Reducción del movimiento de la parte del cuerpo afectada.
  • La piel suprayacente puede estar roja, caliente e hinchada.
  • La piel suprayacente puede contener pus.
  • Espasmos de los músculos asociados.
  • Pérdida de peso inexplicable.
  • Malestar general.
  • Temperatura alta.
  • Sudoración excesiva.
  • Resfriado.

¿Qué puede causar osteomielitis?

Los huesos están infectados por microorganismos transmitidos por la sangre. En la mayoría de los casos, los microorganismos son bacterias como Staphylococcus aureus, pero los hongos también pueden causar osteomielitis. Algunas de las condiciones y eventos que pueden conducir a la osteomielitis incluyen:

  • Bacterias introducidas durante la cirugía ósea.
  • Bacterias introducidas por trauma al hueso.
  • Infección de fracturas óseas.
  • Infección de implantes protésicos (como una articulación artificial de cadera).
  • Infecciones en otras partes del cuerpo que alcanzan los huesos a través del torrente sanguíneo.
  • Una infección primaria de la sangre (septicemia).

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar la susceptibilidad de una persona a la osteomielitis incluyen:

  • Infecciones cutáneas a largo plazo.
  • Diabetes controlada inadecuadamente.
  • Mala circulación sanguínea (arteriosclerosis).
  • Factores de riesgo de mala circulación sanguínea, que incluyen presión arterial alta, tabaquismo, colesterol alto en sangre y diabetes.
  • Deficiencia del sistema inmune.
  • Articulaciones protésicas.
  • El uso de drogas intravenosas.
  • Anemia falciforme.
  • Cáncer.
  • Osteomielitis aguda

Las principales categorías de osteomielitis aguda incluyen:

  • Osteomielitis hematógena: la infección primaria de la sangre o la infección de otro lugar del cuerpo se administra al hueso a través del torrente sanguíneo. Los niños corren un mayor riesgo. Las bacterias se sienten atraídas hacia áreas con abundante suministro de sangre, por lo que la infección tiende a atacar las partes en crecimiento en los extremos de los huesos largos.
  • Osteomielitis por inoculación directa: las bacterias se entregan directamente al tejido óseo mediante cirugía o trauma.

Osteomielitis crónica

Un ataque agudo de osteomielitis puede conducir a osteomielitis crónica, caracterizada por áreas muertas del hueso. Esta afección puede no responder al tratamiento y reaparecer durante mucho tiempo. En muchos casos, la osteomielitis crónica es polimicrobiana, lo que significa que está involucrado más de un agente infeccioso.

Complicaciones

Algunas de las complicaciones de la osteomielitis incluyen:

  • Absceso óseo (bolsa de pus).
  • Necrosis ósea (muerte ósea).
  • Propagación de la infección.
  • Inflamación de tejidos blandos (celulitis).
  • Envenenamiento de la sangre (septicemia).
  • Infección crónica que no responde bien al tratamiento.

Métodos de diagnóstico

La osteomielitis se diagnostica mediante una serie de pruebas que incluyen:

  • Examen físico.
  • Historial médico.
  • Análisis de sangre.
  • Rayos X.
  • Radiografía.
  • Tomografía computarizada (TC).
  • Resonancia magnética.
  • Biopsia de tejido óseo.

Métodos de tratamiento

El tratamiento para la osteomielitis depende de la gravedad, pero puede incluir:

  • Hospitalización y antibióticos intravenosos.
  • Un ciclo de antibióticos a largo plazo (de cuatro a seis semanas o más), ya sea oral o intravenoso.
  • Medicamentos analgésicos.
  • Cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar para mejorar la circulación sanguínea.
  • Tratamiento para la causa subyacente, como la diabetes.
  • Reemplazo de la parte protésica infectada, si es necesario.
  • Cirugía para limpiar y eliminar el hueso infectado (desbridamiento).
  • Injertos de piel, si es necesario.
  • Amputación, en casos severos.

Perspectiva a largo plazo

La osteomielitis aguda es más fácil de tratar que la osteomielitis crónica. Cuanto antes sea el diagnóstico y el inicio del tratamiento, mejores serán las perspectivas. Si el tejido muerto y enfermo necesita ser extirpado quirúrgicamente, el hueso se regenera en cuestión de semanas. La prevención de la osteomielitis aguda incluye el tratamiento adecuado de las heridas y la atención médica inmediata para las infecciones.

Recuerde

La osteomielitis es una infección del hueso, que puede ser aguda o crónica.

Las bacterias son los agentes infecciosos más comunes.

Los dos métodos de acceso probables incluyen infección primaria de la sangre o infección secundaria después de una infección en otra parte del cuerpo, y una herida o lesión que permite que las bacterias lleguen al hueso.

Las opciones de tratamiento incluyen antibióticos y cirugía para limpiar y eliminar el hueso infectado (desbridamiento).

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