Las llamadas piedras en el riñón se producen porque sustancias, que normalmente están disueltas en la orina, precipitan y dan lugar a un acumulo sólido de oxalato (litiasis-oxálicas), fosfato cálcico (litiasis-cálcicas), fosfato amónico magnésico o uratos (litiasis-úricas). Conociendo la composición del cálculo una vez eliminado y analizado, se puede recomendar una dieta más específica para evitar su nueva formación.
Recomendaciones nutricionales en caso de Cólico nefrítico y cálculos renales
Aumenta la ingesta de agua, a un mínimo de 3 litros diarios, también infusiones de diferentes hierbas diuréticas, café y té.
Los alimentos diuréticos contribuyen a reducir el riesgo como los espárragos, alcachofa, apio, níspero, pera, berenjena, manzana, melón, uva y sandía.
Consume alimentos integrales ricos en fibra como salvado de trigo y, alimentos ricos en magnesio como el sésamo y los frutos secos ya que, el déficit de este mineral, favorece la formación de cálculos.
Reduce la sal: los alimentos ricos en sodio aumentan la concentración de calcio en la orina.
El exceso de proteínas de origen animal ricas en purinas, que al metabolizarse aumentan los niveles de ácido úrico, aumenta el riesgo de que se formen cálculos de urato.
Dieta pobre en calcio, esto es disminuir los derivados lácteos como los quesos curados.
Es recomendable reducir el consumo de alcohol incluso la cerveza que, primero aumenta la diuresis pero pasado el primer efecto, produce una antidiuresis compensatoria que aumenta la concentración de la orina.
Para los cálculos de ácido úrico hay que alcalinizar la orina, consumiendo derivados lácteos (yogur y queso fresco), frutas y hortalizas. Evita las vísceras, mariscos, carnes y pescados.
Para cálculos de fosfatos acidificaremos la orina consumiendo carnes, cereales y grasas, evitando el exceso de vegetales, legumbres, frutas y verduras.
En el caso de cálculos de oxalato acidificamos la orina consumiendo carnes y evitaremos alimentos ricos en oxálico como el cacao, el chocolate, las espinacas y las acelgas.
Evitaremos dosis elevadas de vitamina C en forma de suplementos vitamínicos pues aumentan la producción de oxalatos, no así la vitamina C de la fruta.
Fuente: Colegio Oficial de Farmaceúticos de Alicante
