Cáncer y desnutrición
La desnutrición ocurre cuando una persona no recibe suficiente comida o el tipo correcto de comida, o experimenta problemas de absorción. Un tipo común de malnutrición en las personas con cáncer es la desnutrición. Esto es cuando el cuerpo obtiene menos energía o nutrientes esenciales (como proteínas, grasas y vitaminas) de lo que necesita. La desnutrición hace que el cuerpo descomponga la grasa y los músculos, lo que lleva a la pérdida de peso no planificada.
Las personas con cáncer tienen un mayor riesgo de malnutrición en comparación con el resto de la población.
Si tiene cáncer, la desnutrición puede influir en la efectividad de su tratamiento contra el cáncer, su fuerza, recuperación y calidad de vida. Puede aumentar el tiempo que pasa en el hospital y el riesgo de infección. La desnutrición también tiene el potencial de reducir su vida.
Causas de la desnutrición en cáncer
La malnutrición puede ocurrir si está comiendo menos de lo que su cuerpo necesita, si está comiendo los tipos de alimentos incorrectos, o si su cuerpo no puede digerir y absorber sus alimentos.
Para algunas personas con cáncer, puede ser difícil comer lo suficiente y comer el tipo correcto de alimentos. Esto puede ser por muchas razones, incluyendo:
El tipo de cáncer que tiene y la parte del cuerpo afectada: el cáncer en la cabeza, el cuello o el sistema gastrointestinal pueden afectar su capacidad para tragar o digerir sus alimentos.
El tipo de tratamiento contra el cáncer: la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden aumentar las necesidades energéticas y de proteínas de su cuerpo.
Los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, por ejemplo, las náuseas, los vómitos y la diarrea pueden hacer que sea difícil comer, y es posible que los alimentos que consume no se absorban tan bien como de costumbre.
Una estadía en el hospital: estar enfermo en el hospital puede afectar su apetito y su capacidad para ingerir alimentos.
Ansiedad o depresión: estar enfermo y vivir con un diagnóstico de cáncer es comprensiblemente estresante y puede provocar ansiedad o depresión, lo que puede afectar su ingesta nutricional.
Si bien hay muchos factores que pueden conducir a la pérdida de peso durante el tratamiento del cáncer, la pérdida de peso no debe considerarse un resultado esperado del cáncer o los tratamientos para el cáncer, y hay cosas que puede hacer para ayudar a mantener una nutrición óptima y mantener el peso. Es importante para la salud de las personas con cáncer comer bien antes, durante y después del tratamiento del cáncer.
Síntomas de desnutrición en cáncer
Una serie de síntomas físicos pueden indicar que usted está desnutrido o tiene un mayor riesgo de malnutrición.
Los síntomas que las personas con cáncer y sus cuidadores pueden cuidar incluyen:
- Poco apetito: comer menos de lo habitual o no comer entre comidas.
- Pérdida de peso no planificada: incluso una pequeña cantidad como de tres a cuatro kg puede ser una preocupación.
- Sintiéndose lleno rápidamente.
- Dolor o sequedad en la boca o garganta.
- Dificultad para masticar o tragar alimentos.
- Cambios en su sentido del olfato y gusto, esto puede afectar sus elecciones de alimentos.
- Diarrea o estreñimiento: esto puede afectar la absorción de nutrientes.
- Náuseas y vómitos: esto puede afectar su capacidad para comer y absorber nutrientes
- Fatiga: no poder caminar tan lejos o tan rápido como de costumbre.
Las personas que se someten a un tratamiento contra el cáncer deben tratar de mantener su peso al menos. Si experimentan incluso una pequeña caída de peso (de tres a cuatro kg), podrían estar en riesgo de desnutrición. Es importante recordar que la malnutrición puede ocurrir incluso si usted tiene sobrepeso.
Identificación de desnutrición en cáncer
La identificación temprana del riesgo de desnutrición es importante. La identificación del riesgo de malnutrición puede incluir el uso de una herramienta de detección que verifique la pérdida de peso involuntaria o la reducción del apetito. Luego puede ser referido a un nutricionista cuando sea apropiado.
Diagnóstico de desnutrición en cáncer
Un nutricionista debe completar una evaluación completa de su estado nutricional, quien puede diagnosticar si usted está desnutrido o no. Luego, el dietista puede evaluarlo y desarrollar un plan de alimentación para ayudarlo a mantener su peso y su estado nutricional.
La evaluación puede incluir:
- Historial médico.
- Evaluación de su ingesta de alimentos y bebidas.
- Una evaluación física de las reservas de músculo y grasa.
- Preguntar sobre los cambios recientes en su apetito, los síntomas del tratamiento, el peso, los niveles de energía y los patrones de alimentación.
- Análisis de sangre.
Tratamiento de la desnutrición en cáncer
El nutricionista diseñará un plan de alimentación para evitar o minimizar la pérdida de peso y mejorar su recuperación. Puede sugerir una serie de cambios en la dieta que son diferentes de sus patrones de alimentación habituales.
Estos podrían incluir:
- Incrementar la ingesta de calorías y proteínas.
- Consumir bebidas nutritivas que incluyen bebidas lácteas que contienen altos niveles de proteínas.
- Tomar raciones de comidas más pequeñas pero con más frecuencia.
- Diferentes alimentos que pueden ser más fáciles de masticar o tragar.
- Tomar suplementos nutricionales.
Las personas con cáncer generalmente no necesitan comer ni evitar ningún alimento en particular. Es importante incluir alimentos de todos los grupos de alimentos.
Es importante que le informe a su médico, enfermera, dietista o farmacéutico si está tomando algún suplemento nutricional, a base de hierbas o de vitaminas, ya que estos pueden interferir con la efectividad de su tratamiento y medicamentos contra el cáncer.
Tubo de alimentación o nutrición intravenosa
En algunas situaciones, es posible que se necesite temporalmente un tubo de alimentación (o nutrición parenteral) para ayudar a reducir el riesgo de desnutrición. Esto puede ser un tubo de alimentación suave que se pasa por la nariz y la garganta hacia el estómago, o un tubo de alimentación a largo plazo que se inserta directamente a través de la pared del estómago hasta el estómago. Una nutrición líquida especializada se alimenta directamente en su estómago.
Las situaciones en las que podría necesitar un tubo de alimentación incluyen:
- Cáncer de esófago.
- Cáncer de pulmón.
- Boca muy seca o dolorosa.
- Dificultad para tragar.
- Pérdida de peso significativa y continua.
En situaciones menos comunes, su médico puede recomendar que se le administre su nutrición a través de una línea insertada directamente en una vena (nutrición intravenosa o parenteral). En este caso, no tiene que comer porque los nutrientes se suministran directamente al torrente sanguíneo para ayudar a mantener su peso corporal.
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