¿Asumes tu cuerpo tal y como es? La verdad es que algunas marcas publicitarias han optado en los últimos tiempos por tomar un modelo de mujer real basado en las curvas, y en la forma femenina contraria a la extrema delgadez propia de muchas modelos. Una extrema delgadez, que sinceramente, no es nada bonita más allá de que triunfe en las pasarelas. Sin embargo, la prueba de mirarte en el espejo desnudo es definitiva a la hora de apostar por la aceptación y por el bienestar de uno mismo.
¿Cómo puedes reconciliarte con tu cuerpo?
- 1) En primer lugar, es positivo que aprendas a fijarte no tanto en aquellos rasgos que no te gustan como en esas cualidades que te parecen bonitas. Por ejemplo, tu cabello, tu color de ojos, tu sonrisa… Aprende a mirarte como si en realidad, estuvieses viendo a un amigo tuyo.
- 2) Pídele a tres amigos que te digas tres cualidades positivas de tu aspecto físico. Verás qué bien te sientes al mirarte a través de los ojos de una segunda persona.
- 3) En caso de que quieras mejorar tu estado físico, no olvides que puedes hacer deporte, tener unos hábitos de vida activa, evitar el sedentarismo, alimentarte bien… Es decir, en vez de quejarte y compadecerte de ti mismo piensa en cómo puedes actuar para estar más guapa por fuera.
- 4) La aceptación implica, sencillamente, sentirte a gusto tal y como eres. Eso no significa creerte la mujer más guapa del mundo, sino sencillamente, estar contenta con aquella imagen que ves en el espejo. Imagen que es una proyección de ti misma.
- 5) Es bonito mirarte al espejo pero sin caer en la obsesión de querer estar perfecta todo el día. Hay mujeres tan presumidas que se miran cada dos por tres en los espejos de los coches o en los cristales de los escaparates.