¿Qué es Ataxia?
La ataxia es una forma de trastorno del movimiento en la que hay pérdida de equilibrio y coordinación física que provoca dificultad para caminar normalmente.
El Cerebelo normalmente es responsable de mantener el equilibrio y la coordinación. La ataxia ocurre cuando hay daño en el cerebelo. También puede ser el resultado de daño a otras partes del sistema nervioso.
Síntomas de ataxia
La ataxia ocasiona dificultad para mantener el equilibrio, caminar, hablar, ver, tragar, realizar tareas que requieren un alto grado de control motor, como escribir y comer, etc.
Los síntomas varían en intensidad dependiendo del grado de daño a las partes del cerebro que regulan el equilibrio y la coordinación entre los movimientos motores.
¿Qué causa la ataxia?
La ataxia es causada comúnmente por la pérdida de función en el cerebelo, situado hacia la parte posterior y la parte inferior del cerebro.
La parte central del cerebelo puede controlar los movimientos complejos de la marcha, los movimientos oculares y la estabilidad de la cabeza y el tronco. Y otras zonas ayudan a coordinar movimientos más pequeños como el habla, los ojos y la deglución.
La ataxia se produce cuando hay una disfunción en las vías que conducen al cerebelo.
Tipos de ataxia
La ataxia general puede clasificarse en tres grandes categorías:
Ataxia hereditaria: se presenta en las familias y se hereda genéticamente. Los síntomas pueden desarrollarse lentamente durante muchos años
Ataxia adquirida: los síntomas se desarrollan rápidamente. Este tipo de ataxia puede ocurrir debido a una lesión en el cerebro o debido a un accidente cerebrovascular u otra enfermedad del cerebro que afecte los movimientos y la coordinación.
Ataxia cerebelosa idiopática de inicio tardío: en este tipo de ataxia, el cerebelo se daña progresivamente debido a causas inexplicables que conducen a la ataxia.
Epidemiología de la ataxia
De los tres tipos de ataxia, la ataxia adquirida es el tipo más común y se asocia con infecciones cerebrales o encefalitis, accidente cerebrovascular y esclerosis múltiple. Todas las edades pueden verse afectadas de manera similar.
Los tipos de ataxia hereditaria y cerebelosa idiopática son relativamente raros. El tipo más común de ataxia hereditaria es la ataxia de Friedreich, que representa casi la mitad de los casos de ataxias hereditarias.
Las ataxias hereditarias pueden comenzar en la infancia y progresar a medida que el niño crece. La cerebelosa idiopática, por otro lado, afecta a los adultos de mediana edad.
Diagnóstico y tratamiento de ataxia
La ataxia se diagnostica clínicamente. Es un síntoma de una causa subyacente más que una enfermedad en sí misma. El diagnóstico se realiza mediante el examen clínico, así como pruebas de laboratorio y estudios de imágenes.
En la actualidad no hay cura para la ataxia. Si se puede encontrar la causa subyacente, la enfermedad se puede tratar con medicamentos o enfoques que alivian los síntomas. Por ejemplo, si la ataxia es el resultado de una deficiencia de vitamina, la deficiencia se puede corregir para lograr el alivio de los síntomas.
No hay tratamientos específicos disponibles para la ataxia hereditaria y la cerebelosa idiopática y estos tienden a empeorar con el tiempo. El tratamiento generalmente gira en torno a la rehabilitación de estos pacientes y hacerlos tan autosuficientes o independientes como sea posible durante el mayor tiempo posible.
Resultado o pronóstico de ataxia
La causa determina el pronóstico o el resultado de las ataxias. Aquellos con ataxias hereditarias, muestran un deterioro progresivo. Los individuos con ataxia de Friedreich mueren en la treintena y los casos más severos tienen una supervivencia más corta.
La ataxia hereditaria y la cerebelosa idiopática generalmente empeoran progresivamente, mientras que las ataxias adquiridas pueden tener un comienzo repentino y pueden resolverse con el tiempo y el tratamiento.
La ataxia después de un accidente cerebrovascular, por ejemplo, puede mejorar a medida que las áreas cerebrales relacionadas con la coordinación motora y el movimiento sanan.