Si tienes apnea del sueño, las paredes de tu garganta se unen mientras duermes, bloqueando las vías respiratorias superiores. Dejas de respirar por un período de tiempo (generalmente entre diez segundos y hasta un minuto) hasta que tu cerebro registra la falta de respiración, o una caída en los niveles de oxígeno, y envía una pequeña llamada de atención. Esto hace que te despiertes un poco, abras la vía aérea superior, posiblemente resoples y jadees, y luego vuelvas a dormirte casi de inmediato. En la mayoría de los casos, ni siquiera te darás cuenta de que te estás despertando.
Este patrón puede repetirse cientos de veces cada noche, lo que hace que tengas un sueño fragmentado. Esto puede hacer que no te sientas descansado por la mañana, con somnolencia diurna excesiva, poca concentración diurna y rendimiento en el trabajo, y fatiga.
Grados de severidad de la apnea del sueño
El nombre completo de esta afección es apnea obstructiva del sueño. Otra forma rara de trastornos respiratorios durante el sueño se llama apnea central del sueño. Es causada por una interrupción de los mecanismos que controlan la frecuencia y la profundidad de la respiración. La gravedad de la apnea del sueño depende de la frecuencia con la que se interrumpe la respiración. Como guía:
- Sueño normal: menos de cinco interrupciones por hora.
- Apnea leve del sueño: entre 5 y 15 interrupciones por hora.
- Apnea del sueño moderada: entre 15 y 30 interrupciones por hora.
- Apnea severa del sueño: más de 30 interrupciones por hora.
Los síntomas de la apnea del sueño
Las personas con apnea del sueño significativa tienen un mayor riesgo de accidentes de tráfico y presión arterial alta, y pueden tener un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. En el grupo de edad de más de 30 años, el trastorno es aproximadamente tres veces más común en hombres que en mujeres. Algunos de los síntomas asociados incluyen:
- Somnolencia diurna, fatiga y cansancio.
- Baja concentración.
- Irritabilidad y cambios de humor.
- Impotencia y deseo reducido.
- Necesidad de levantarse al baño con frecuencia por la noche.
Causas de la apnea del sueño
La obesidad es una de las causas más comunes de apnea del sueño. Otros factores contribuyentes incluyen:
- Alcohol, especialmente en la noche: esto relaja los músculos de la garganta y obstaculiza la reacción del cerebro a la respiración con trastornos del sueño.
- Ciertas enfermedades, como la producción reducida de tiroides o la presencia de un bocio muy grande.
- Amígdalas grandes, especialmente en niños.
- Medicamentos, como pastillas para dormir y sedantes.
- Congestión nasal y obstrucción.
- Forma del hueso facial y el tamaño de los músculos.
Tratamiento para la apnea del sueño
La primera línea de tratamiento para la apnea del sueño es hacer cambios en el estilo de vida, incluida la pérdida de peso y reducir el consumo de alcohol.
Si tienes alguna afección médica que contribuya, como una baja producción de hormona tiroidea o amígdalas grandes, también es necesario corregirla.
Además de los cambios en el estilo de vida, el tratamiento más efectivo disponible es una máscara que se usa por la noche que evita que la garganta se colapse transmitiendo una mayor presión de aire al segmento plegable de la garganta. Esto se llama "presión nasal positiva continua en las vías respiratorias". La clave de este tratamiento es encontrar una máscara y una máquina que satisfagan las necesidades.
Si tienes apnea del sueño leve a moderada, otro tratamiento posible es el uso de un protector bucal especialmente hecho (o aparato bucal o férula de avance mandibular). Los protectores bucales funcionan manteniendo la mandíbula hacia adelante durante el sueño.
Aunque no siempre es efectivo, la cirugía del paladar y la base de la lengua puede ser útil cuando otras terapias fallan.
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