Recursos Educativos - Poesías Animales
El Submarinista
Pepito, en bote de goma,
va de pesca submarina,
cuando ve que el sol se asoma
y todo el mar ilumina.
Para pasar un buen rato
pescando atún y lenguado,
lleva lentes, pies de pato,
y un arpón muy afilado.
Al comprender su intención,
un langostino valiente
piensa darle una lección.
Castigando al imprudente.
Mientras Pepito confiado,
va sin sospechar la broma,
el langostino ha llegado
y pincha el bote de goma.
Por el enorme agujero
que le ha hecho el langostino
se escapa el aire ligero
del lindo bote del niño.
Y Pepito con disgusto,
ve que el bote se le va,
¡casi se muere del susto!,
y cae al fondo del mar.
El langostino se esconde
en medio de un barco hundido,
y el niño pregunta: "¿En dónde,
en dónde se habrá metido?"
Todo es subir y bajar,
en medio de mil rumores,
golpearse y tropezar
con los peces de colores.
Entonces, ¡oh, maravilla!,
llega al mundo submarino,
y veloz como una ardilla,
nada tras el langostino.
Entre peces y corales
lo persigue con su arpón,
mas para colmo de males
consigue más de un chichón.
En esa persecución
con la cuerda se ha enredado
y por culpa del arpón
ha quedado aprisionado.
Pero el langostino, amable,
se compadece del niño,
y, rápido, corta el cable
y deja libre el camino.
Pronto llegan junto al niño
todos los peces del mar
y le piden con cariño
que no los vuelva a pescar.
Dicen: "Seremos amigos,
si no nos haces más daño,
y jugaremos contigo
cuando quieras darte un baño."
Pepito al final, comprende
que todos tienen razón,
y promete muy solemne,
nunca más llevar su arpón.
Su aventura ya termina
y es forzoso que se vaya,
y una tortuga marina
lo acompaña hasta la playa.
Enviado por Inés, educadora infantil, desde Las Palmas de Gran Canaria.
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