Resulta que esta mañana,
de manera misteriosa,
me he encontrado en la terraza
con familia numerosa:
en el nido hay cuatro huevos
y alguno ya hizo eclosión,
dejando ver los polluelos,
y me llena de emoción…
Según va pasando el tiempo,
lo que era una esperanza
se transforma en hecho cierto
del que es testigo la cámara.
José García Velázquez
Segovia, 4 de agosto de 2010