Iba una mosca volando
buscando donde posarse
sobre la rama de un árbol
para del sol resguardarse;
más se cruzó en su camino
la silueta de un ave
que regresaba a su nido
sin nada que alimentarse
y la mosca que volaba
para escapar del calor,
sin darse cuenta de nada
en su boca se metió.
El pájaro se consuela
con alimento tan nimio:
“si no hay nada en la cazuela
bien está un aperitivo”.
José García Velázquez
Segovia, 6 de noviembre de 2010