Recursos educativos - Poesías infantiles
Loli, Ciclista
De paseo en bicicleta
la pequeña Loli va,
seguida de su perrito,
que loco de gozo está.
“Ven si quieres, pequeñín,
pero ten mucho cuidado,
y si no quieres perderte
no te apartes de mi lado”.
Después de una dura cuesta,
la niña se ha detenido
para descansar un rato:
¡bien lo tiene merecido!
A un viejo tronco de roble
la bicicleta ha arrimado,
y, llena de maravilla,
exclama: “¡Qué hermoso prado!”
Entretanto, su perrito
ve una linda mariposa
que entre las flores del campo
revolotea gozosa.
Lleno de curiosidad,
olvida lo que su amita
le dijo, y sin más pensar,
sigue a la mariposita.
De pronto, Lolo, asustada,
mirando a su alrededor,
advierte que se ha perdido
su perrito. ¡Qué dolor!
El perrito juguetón,
por su parte, bien quisiera
correr de su ama al encuentro
si ver dónde está pudiera.
Mas son las flores tan altas
que nada consigue ver,
y teme que con su amita
ya jamás podrá volver.
“Por descuidado y curioso,
bien lo tengo merecido”,
gime el triste, más las flores,
viéndole así arrepentido.
Se doblan sobre sus tallos,
y, apartándose, sonriendo,
abren al perro un camino
por donde escapa corriendo.
¡Con qué gozo al fin su amita
lo ve llegar a sus brazos!
¡Qué ladridos de contento!
¡Qué de saltos! ¡Qué de abrazos!
Formal, le promete el perro
que no volverá a escapar.
Antes tan firmes promesas,
¿quién no se iba a ablandar?
“A casa vamos al punto,
que ya corrimos bastante”,
dice Loli. “Pero sube,
tú detrás y yo delante.”
Y en la cesta de paquetes
lo ha obligado a encaramarse,
porque de perros traviesos
nunca conviene fiarse.
Poesía enviada por Inés, educadora infantil, desde Las Palmas de Gran Canaria.
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